Muchos de esos lienzos fueron creados en Cuernavaca, algunos de los cuales vuelven a ser expuestos, para recordar que el pasado 20 de marzo, se cumplieron 80 años del nacimiento de este artista de origen español.
Tal vez por eso, durante la inauguración de la exposición Las flores de Gandía, el alcalde de la capital morelense, Jorge Morales Barud, hizo notar ese hecho destacado para la ciudad, al resaltar que el tiempo que vivió Gandía en La ciudad de la eterna primavera, lo pasó “creando ventanas hacia la eternidad, desde su jardín en Cuernavaca”.
La cita del bardo cubano, aparece en una de las paredes de la sala del Museo de la Ciudad de Cuernavaca (MuCiC), en donde se exhiben 6 monotipos, tres acrílicos sobre tela, cuatro serigrafías y un collage de la autoría del desaparecido pintor.
Sin embargo, hay una parte importante que no se reproduce, porque Eliseo Diego completó su idea así: “La obra de Gandía se sitúa dentro de la mejor tradición de la pintura española. Parte de las cosas sólidas, reales, y las hace resplandecer desde adentro, como si fuese con el escondido esplendor de su verdadera esencia”.
En breve charla con la señora Andrea Velasco, esposa del artista, comentó que las 14 piezas que se presentan en el MuCiC, sólo habían sido expuestas una vez en la Ciudad de México y que después Gandía las guardó, para formar parte de su colección.
Asimismo, que el encargado de seleccionar las obras en exhibición fue el propio director del Instituto de Cultura de Cuernavaca, Edgar Assad, quien fue el que solicitó el préstamo de los cuadros.
Los visitantes que recorran Las flores de Gandía, podrán apreciar los tres acrílicos sobre tela titulados: Balaustrada y cipreses, Pequeña nube, Jarrón negro, así como elcollage, Rizzoli.
Complementan la exposición seis monotipos: Jarra y helecho; Jarra, flores y helecho; Copa y vaso; Vaso largo y vaso chico; Copa con helecho; y Copa y helechos, así como cuatro serigrafías sin títulos.