Destacó que el concepto que unifica a los componentes de la muestra artística parte del hecho de que el desarrollo industrial y el crecimiento de la población a fines de los años setenta cambiaron el paraíso turístico que se conocía décadas antes, por una ciudad a medio camino entre la metrópoli y el paisaje tropical, dando como resultado que cuatro décadas después, la producción artística de la ciudad se define por esta transformación cuyas obras se vinculan a partir del constante exilio y el regreso, el intimismo y la metrópoli, el paisaje urbano y el rural.
La exposición fue inaugurada a noche del pasado jueves 12 de noviembre, en la explanada de la Sala de Arte Público La Tallera Siqueiros,ubicada en la calle Venus No. 52, Jardines de Cuernavaca, en la capital morelense.
En ella se reúne obra realizada por creadores ligados al devenir cuernavacense, desde la década de los setentas hasta la época actual, con la finalidad de presentar un panorama del arte local en el que converjan artistas, intelectuales e instituciones.
La muestra reúne obra de más de 50 autores, como Joy Laville, Cisco Jiménez, Antonio Russek, Rafael Uriegas, Vicente Gandía, Gerardo Suter, Reynel Ortiz y Magali Lara, quienes presentan pintura, dibujo, cerámica, video, fotografía, grabado, arte-objeto y multidisciplina, a partir del vínculo establecido con la ciudad al vivir en ella de manera temporal o permanente.
El punto de partida que ha marcado el recinto para insertarse en dicha exhibición es 1974, cuando falleció el pintor que dio origen al recinto anfitrión: David Alfaro Siqueiros. En una lectura de La Tallera, esta fecha bien podría significar el fin de la modernidad artística en México, pero también una etapa de transformación en todos los sentidos para la llamada Ciudad de la eterna primavera.
Para una mejor comprensión del mencionado relato artístico, la muestra se ha dividido en grupos temáticos fundamentales para visualizar la relación del arte con el contexto local, como el jardín y el paisaje, la vida en la ciudad y la iconografía popular.
Tales grupos temáticos –cuyos títulos han sido retomados del libro Las aves de este día de la poeta morelense Kenia Cano– son: Al fondo del jardín, donde se aprecia el jardín como tema recurrente en las crónicas de escritores y viajeros que han pasado por Cuernavaca; La plaza abierta, con la ciudad como escenario ideal para las primeras generaciones de egresados de las escuelas de arte locales; Todas las lenguas, integrado por obra de creadores que comenzaron a producir en los años ochenta, al retomar elementos de la vida cotidiana; No se llama ni se nombra, donde los artistas se desprenden de los tópicos habituales para explorar conceptos y técnicas que se vinculan con problemas del arte moderno y contemporáneo, y El sol no se mueve, con el paisaje desde una visión intuitiva y mítica, a partir del cuerpo y la geometría.
Estos escenarios, en su conjunto, pretenden dar una perspectiva de un lugar que a pesar de su desarrollo y su historia brusca y agitada aún mantiene la esencia descrita por el poeta Alfonso Reyes como “una ciudad tibia y de discreto aire tropical”.
La exposición Después del Edén. Arte en Cuernavaca, 1974-2014 permanecerá en exhibición hasta el 10 de febrero de 2016.
El primer encuentro en torno a esta exhibición será un diálogo con Gerardo Suter y Andrea Torreblanca, este jueves 19 de noviembre, a las 16:30, en La Tallera.