Ahora bien, dependiendo de nuestras metas son las dificultades. Hay algunas cosas que se conquistan con el tiempo, la perseverancia y la constancia, como por ejemplo, aprender un idioma, lograr un cuerpo bien tonificado por el ejercicio, bajar de peso, dejar una adicción, etc. Ser constante y perseverante son cualidades de carácter. Podemos tener en ese sentido, obstáculos para lograr lo que queremos puestos por nosotros mismos: “no es fácil hacernos cooperar”. Puede haber tendencias en nosotros que no obedecen nuestras órdenes. Podemos ser vencidos por nuestro apetito, por la flojera o porque requerimos ser presionados y/ o motivados por otros. Siguen siendo cualidades de carácter.
La formación de nuestro carácter es algo complejo. Los ingredientes con los que se va fraguando vienen de muchas partes y se integran de un diverso modo dependiendo de nuestro temperamento, de las influencias exteriores, de lo que más amamos, de lo que nos gusta, del sufrimiento y de cómo nosotros ejercemos nuestro libre albedrío.
Un factor crucial en la formación de nuestro carácter es la herencia tanto genéticamente transmitida como la que con valores y actitudes heredamos de quienes nos crían, ya sean nuestros padres como otras personas que forman parte de nuestras circunstancias.
Otro factor es nuestra historia, pero contada desde dos perspectivas fundamentales: la historia consciente y la historia inconsciente. Nuestra historia consciente es la que recordamos, aceptamos y solemos contar. Es la que manejamos y está allí de forma evidente. Cómo hemos sido criados, nuestros valores éticos y morales, nuestra escolaridad, las cosas que hemos vivido, nuestras experiencias, nuestras elecciones de vida, las circunstancias sociales, económicas, culturales que hemos tenido.
Nuestra historia inconsciente incluye aquello que no recordamos, que por el sufrimiento, el rechazo, la culpa o alguna experiencia traumática, disruptiva o alienante hemos decidido no volver a sentir. En esta historia se puede llegar a fraguar una especie de armadura que evite que nos vuelva a pasar lo que nos afectó tanto y que no salgan a la conciencia los recuerdos de lo sucedido nunca más.
Lograr lo que nos proponemos puede tener obstáculos nacidos de ambas historias. Aunque tenemos que reconocer las dificultades reales externas, la viabilidad de lograr nuestras metas teniendo los recursos materiales y el ambiente adecuado, así como no infringir la libertad de otros.
Así, por ejemplo, deseos de ser amado y de encontrar pareja no pueden volverse retos, pues es más bien que esas cosas se presenten o no como oportunidades en nuestra vida, de lo cual no tenemos control. Lo único importante es reconocer si al aparecer la oportunidad la aprovechamos u oponemos resistencia por miedo, por resentimientos, por prejuicios o porque no tenemos el control. En esta área sólo podemos trabajar en nuestra disponibilidad.
Resumiendo, la mejor manera de superar los obstáculos para lograr lo que queremos es trabajando con nuestro carácter, pues en realidad todo puede ser posible si nos aplicamos y aceptamos los debidos límites en las que no tenemos derecho a imponer nuestra voluntad.
*Mtra. Ruth Holtz, Terapeuta psicocorporal, Analista bioenergética, Psicoterapeuta psicoanalítica. Orientadora cristiana. Informes y citas para videollamada a Colima al tel. 01 312 3 30 72 54
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