Este jueves China ha lanzado la pieza central de su estación espacial, que se espera que comience a usarse el próximo mes.
Aún queda un poco de tiempo para que la Estación Espacial Internacional se jubile. No obstante, los planes para cuando deje de funcionar ya se están empezando a perfilar: el orbitador lunar Gateway o la estación espacial propia de Rusia son dos ejemplos. A pesar de que a Estados Unidos le gustaría compartir Gateway, la cooperación internacional a nivel espacial podría estar a punto de llegar a su final. Más allá de estos planes, China también tiene los suyos propios y eso incluye comenzar a construir su propia estación espacial.
Este jueves sobre las 23:23 EDT se ha realizado el lanzamiento al espacio del primer módulo de la Estación Espacial China, que tendrá forma de T y se llamará Heavenly Harmony. El lanzamiento se ha realizado a bordo de un cohete Long March 5B desde el Centro de Lanzamiento de Wenchang, en la isla de Hainan, tal y como ha informado Space.com.
Este primer módulo es el central, mide 18 metros de largo, pesa 66 toneladas y se ha llamado Tianhe, que significa armonía de los cielos en mandarín. Próximamente se lanzarán otros dos módulos más pequeños, ya que se espera que esté lista para 2022. No obstante, el país asiático no descarta agrandar el espacio en el futuro.
Está previsto que a finales del año que viene termine la construcción de la estación espacial china. Pero su funcionamiento comenzará mucho antes: la Administración Nacional Espacial de China (CNSA), que es el equivalente a la NASA en China, quiere que una nave con carga visite la pieza central el próximo mes. Después, tres astronautas llegarán en junio y pasarán un tiempo allí, si todo sale según lo previsto por la agencia espacial de China.
Tiangong-1, la otra estación espacial china
Heavenly Harmony ni siguiera es la primera estación espacial de China. Es más, ya en 2011 lanzó su laboratorio Tiangong-1, que formaría parte de su primera base espacial. Sin embargo, después de siete años, la Tiangong-1 terminó precipitándose al Océano Pacífico en abril de 2018. Su compañera, la Tiangong-2 tampoco tardó mucho en precipitarse también sobre esa parte, aunque en este caso China no perdió el control en ningún momento de la otra pieza de su estación espacial.
Y es que China no ha participado en ningún momento con la Estación Espacial Internacional. Esto se debe a las reticencias de Estados Unidos sobre las intenciones del país. Por este motivo, decidieron en la década de 1990 construir su propia base espacial y enviar a sus astronautas a ella. Ahora, la Tianhe será la nueva pieza central de su programa espacial, en el que hay alrededor de 12 personas siendo entrenadas como astronautas.
China en Marte
Además, China ha dado varios pasos más allá de la órbita terrestre. En julio de 2020 enviaron su misión Tianwen-1 a Marte. Esta misión cuenta con una sonda que orbita desde febrero el planeta rojo. Y en breve, se espera que para mitad o finales del próximo mes de mayo, el rover de China aterrizará en Marte. Este vehículo ha sido recientemente nombrado como el dios del fuego chino: Zhurong.
Todos estos pasos de China en la exploración espacial, tanto con el rover Zhurong en Marte como con la nueva estación espacial; nos hablan de la curiosidad humana. La Tierra tiene países muy diferentes y que están enfrentados entre ellos, pero las personas siguen siendo seres humanos. Y si algo nos caracteriza es nuestra curiosidad. Estados Unidos, Rusia, la Unión Europea, China… Todos queremos lo mismo: conocer más sobre el universo y cómo llegó la vida a la Tierra. Y si por el camino encontramos a algún alienígena, mejor, ¿o no?