Un astrónomo aficionado brasilero ha registrado una colisión de Júpiter con un objeto desconocido de unos 100 metros de tamaño. El evento fue confirmado por observaciones de otros astrónomos que también lo notaron, según Sky & Telescope.org.
Júpiter a menudo es bombardeado por varios cuerpos como polvo, asteroides o núcleos cometarios, que son registrados tanto por observadores terrestres como por naves espaciales. Los casos más famosos de colisiones de grandes cuerpos con un gigante gaseoso fueron la caída en Júpiter del cometa Shoemaker-Levy 9 en 1994 y un núcleo de cometa no identificado en 2009.
Tales eventos son capaces de crear senderos oscuros en las nubes del planeta, como resultado de la destrucción del cuerpo en la atmósfera del planeta. Afortunadamente para nosotros, estos senderos pueden existir durante mucho tiempo.
El evento
El último 13 de septiembre, el astrónomo aficionado brasileño José Luis Pereira descubrió un nuevo caso de un cuerpo cayendo sobre Júpiter. Pereira usó su telescopio reflector de 27,5 cm y captó el brillante destello que fue visible durante dos segundos. La llamarada se registró en la latitud jupiteriana 106,9° y longitud +3,8 ° y fue confirmada por otros astrónomos aficionados.
Los científicos sospechan que podría tratarse de un asteroide de unos cien metros de tamaño o un pequeño núcleo de cometa. Por el momento no hay evidencia de que la colisión haya dejado un rastro oscuro en la atmósfera de Júpiter.
Júpiter
Júpiter gira rápidamente dando una vuelta en menos de 10 horas. Para encontrar un potencial punto oscuro en la estela del impacto, necesitaremos conocer su latitud y longitud. Pero debido a que el planeta no es un cuerpo rígido, su velocidad de rotación varía según la latitud. Las regiones ecuatoriales giran más rápido y las regiones polares más lento.
Por ese motivo, se utilizan tres sistemas para determinar la longitud de una característica. El Sistema I en ubicaciones dentro de los 10° del ecuador (para el destello actual), el Sistema II en todas las latitudes más altas y el Sistema III para que coincida con la rotación de la magnetosfera del planeta.
Por ahora, los científicos están recopilando más información y animan a los aficionados a enviar cualquier material tomado dentro de los 5 minutos posteriores a la hora del impacto a fin de confirmar el evento. Además, el equipo espera detectar cualquier cicatriz de impacto que pueda aparecer en las próximas noches.
Los astrónomos siempre observan al gigante gaseoso. A comienzos de año, un grupo de investigadores belgas detectó el nacimiento de la misteriosa tormenta del alba sobre Júpiter. Esta comienza en el lado nocturno del planeta, girando a la vista cuando amanece. Así, la aurora de Júpiter se transforma en un faro ultravioleta resplandeciente, emitiendo al menos 10 veces más energía que la aurora joviana habitual.
Con información de Robotitus.