Investigadores y antropólogos descubrieron cómo los mayas levantaron una ciudad emblemática en una región en la que el agua era casi escasa, pues analizaron parte de sus construcciones y los resultados fueron reveladores para la historia.
La cultura maya es una de las más antiguas y grandes en América, pues tuvo presencia tanto en la Península de Yucatán, México, como en Guatemala, Belice, Honduras y El Salvador. Ante esto, ha sido de gran importancia su estudio, pues sus construcciones a pesar de la nula tecnología con la que contaban, así como sus conocimientos son importantes para la historia.
En un reciente estudio se investigó parte de su construcción y la forma en que los mayas lograron levantar una ciudad con sus altos templos, especialmente, en regiones donde el agua era escasa al no tener cerca lagos o ríos.
Mayas y sus avanzados filtros de agua
Debido a que sus ciudades estaban alejadas de ríos o lagos, se vieron en la necesidad de crear una red de embalses, especialmente en Tikal, los cuales les ayudaban a recolectar y almacenar suficiente agua de lluvia para abastecer a los miles de habitantes mayas durante la temporada de sequía.
En esta región la sequía tenía una duración de entre cuatro a seis meses, por lo que sus embalses y acueductos fueron de gran utilidad para almacenar el agua que proporcionaba la lluvia.
Sin embargo, esto no fue lo más relevante, sino que su red de embalses fueron equipados por los mayas con una especie de filtros que purificaba el agua para evitar enfermedades entre la población.
El año pasado, en 2020, un grupo de arqueólogos e investigadores internacionales descubrieron un avance importante en la arquitectura de la cultura maya, pues inventaron filtros para evitar los componentes contaminantes del agua que, básicamente, la usaban para su consumo.
¿Cómo eran los filtros del agua utilizados en la ciudad de los mayas?
Los filtros del agua que utilizaban los mayas para hidratar a toda la ciudad estaban elaborados a base de zeolitas, los cuales son minerales volcánicos que tienen un reacción en cuanto entran al contacto del agua.
Sus propiedades físicas y químicas son únicas, según los investigadores, y estas se encargan de filtrar contaminantes, como metales pesados o microbios diminutos que a simple vista no se ven.
Entre sus características se encuentra su carga química negativa, lo cual provoca que otros elementos se adhieran a las zeolitas y el agua se purifique.
De esta forma, los filtros ayudaron a purificar el agua que abastecía a toda la ciudad, evitando que los mayas contrajeran una enfermedad y pudieran seguir construyendo sus templos y chozas.