Un nuevo estudio realizado en más 13 000 ciudades en todo el mundo ha descubierto que el número de días por persona en los que los habitantes están expuestos a combinaciones extremas de calor y humedad se ha triplicado desde la década de 1980.
Los autores dicen que la tendencia, que ahora afecta a casi una cuarta parte de la población mundial, es el resultado combinado del aumento de las temperaturas y el auge del crecimiento de la población urbana. El estudio ha sido publicado en la revista PNAS.
¿Por qué hace más calor en las ciudades?
La falta de vegetación y la concentración de asfalto y otras superficies impermeables que tienden a atrapar y concentrar el calor forman lo que se llama el efecto isla de calor en las ciudades, donde las temperaturas suelen ser algo más altas que en las zonas rurales adyacentes. “Y esto tiene sus efectos”, indica Cascade Tuholske, investigador postdoctoral en el Earth Institute de la Universidad de Columbia y autor principal del estudio. “Aumenta la morbilidad y la mortalidad. Afecta la capacidad de las personas para trabajar y da como resultado una menor producción económica. Agrava las condiciones de salud preexistentes”.
En las últimas décadas, cientos de millones se han trasladado de las zonas rurales a las ciudades, que ahora albergan a más de la mitad de la población mundial, y por lo tanto hay más gente expuesta a estos efectos.
Los investigadores combinaron imágenes satelitales infrarrojas y lecturas de miles de instrumentos terrestres para determinar las lecturas máximas diarias de calor y humedad en 13 115 ciudades, desde 1983 hasta 2016. Definieron el calor extremo como 30 grados centígrados en la llamada escala de "temperatura del globo de bulbo húmedo”, una medida que tiene en cuenta el efecto multiplicador de la alta humedad en la fisiología humana. Se trata de un punto en el que incluso a la mayoría de las personas sanas les resulta difícil funcionar al aire libre durante mucho tiempo, y las personas enfermas pueden empeorar o incluso morir.
Para llegar a una medida de los días/persona pasados en tales condiciones, los investigadores compararon los datos meteorológicos con estadísticas sobre las poblaciones de las ciudades durante el mismo período de tiempo. El análisis reveló que la cantidad de días/persona en los que los habitantes de las ciudades estuvieron expuestos de triplicó, y pasó de 40 mil millones por año en 1983 a 119 mil millones en 2016. Para 2016, 1 700 millones de personas estaban sometidas a tales condiciones durante varios días.
Ciudades más afectadas
La ciudad más afectada en términos de días/persona fue Dhaka, la capital Bangladesh, debido fundamentalmente a su rápido crecimiento, y en ella se ha registrado un aumento de 575 millones de personas/días de calor extremo durante el período de estudio. Solo su población en aumento — 4 millones en 1983, a 22 millones en la actualidad — causó el 80 % del aumento de la exposición.
Esto no significa que Dhaka no haya experimentado un calentamiento sustancial, sino que el crecimiento de la población fue aún más rápido. Otras grandes ciudades que muestran tendencias poblacionales similares incluyen Shanghai y Guangzhou, China; Yangon, Myanmar; Bangkok; Dubai; Hanoi; Jartum; y varias ciudades de Pakistán, India y la Península Arábiga.
Por otro lado, en algunas ciudades se ha visto que cerca de la mitad o más de su exposición ha sido causada solo por el calentamiento del clima versus el crecimiento de la población. Estas incluyen Bagdad, El Cairo, Kuwait City, Lagos, Kolkata, Mumbai y otras grandes ciudades de India y Bangladesh. Las poblaciones de las ciudades europeas se han mantenido relativamente estáticas, por lo que los aumentos en la exposición fueron impulsados casi exclusivamente por el aumento de la calidez. Los investigadores encontraron que el 17 % de las ciudades estudiadas agregaron un mes completo de días de calor extremo durante el período de estudio de 34 años.
Kristina Dahl, investigadora climática de la Union of Concerned Scientists, explica que el estudio "podría servir como un punto de partida para identificar formas de abordar los problemas de calor local", como plantar árboles y modificar los tejados con colores más claros o vegetación para que no atrapen tanto calor.
“Este estudio muestra que se necesitarán inversiones considerables y concienzudas para garantizar que las ciudades sigan siendo habitables frente a un clima cada vez más cálido”.