Un equipo internacional de investigadores del Instituto Rega de la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica, desarrolló un inhibidor ultrapotente del virus del dengue, una molécula antiviral, probada en ratones, que demostró ser “excepcionalmente eficaz” contra todas las variantes del virus y que podría emplearse para tratar y para prevenir la enfermedad.
El hallazgo, cuyos detalles se publicaron recientemente en la prestigiosa revista científica Nature, ha sido desarrollado por expertos del Instituto Rega y del Centro de Diseño y Descubrimiento de Fármacos (CD3), ambos en Bélgica, y por la farmacéutica estadounidense Janssen, con la colaboración de centros de investigación de Alemania, Canadá y Francia.
Cada año, el virus del dengue infecta cada año a casi 400 millones de personas en todo el mundo y mata a varios miles, unas cifras que, a medida que avancen los efectos del cambio climático, serán incluso peores. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha incluido a esta enfermedad en la lista de diez amenazas para la salud mundial. Según este organismo, se producen 390 millones de infecciones por el virus del dengue cada año, de los que 96 millones (67 a 136 millones) se manifiestan clínicamente (sin distinción del grado de gravedad). En otro estudio sobre la prevalencia del dengue se calcula que 3.900 millones de personas corren riesgo de infección por los virus del dengue. Pese a que existe riesgo de infección en 129 países, el 70% de la carga real se encuentra en Asia.
El número de casos de dengue notificados a la OMS se ha multiplicado por 8 en las dos últimas décadas, desde 505.430 casos en 2000 a más de 2,4 millones en 2010 y 4,2 millones en 2019. Las muertes notificadas entre el año 2000 y 2015 pasaron de 960 a 4032 víctimas mortales.
Desarrollan un potente antiviral contra dengue, válido para tratar y prevenir la infección (EFE/EPA/MONIRUL ALAM).
Actualmente, el dengue, transmitido por mosquitos hembra, principalmente de la especie Aedes aegypti y, en menor grado, Ae. albopictus, se encuentra en casi todas las regiones tropicales, con especial incidencia en América Latina y Asia.
Sus síntomas incluyen fiebre alta y fuertes dolores musculares y articulares, aunque algunos pacientes también sufren hemorragias subcutáneas o pérdidas capilares. Al día de hoy, no hay medicamentos que prevengan o traten el dengue.
El descubrimiento de los equipos de Johan Neyts (Instituto Rega), Patrick Chaltin (CD3/CISTIM), y Marnix van Loock (Janssen) podría cambiar las cosas.
El nuevo antiviral tiene un mecanismo único, aseguró Neyts: “Junto con el grupo de investigación Ralf Bartenschlager, de la Universidad de Heidelberg, demostramos que nuestro inhibidor impide la interacción entre dos proteínas virales que forman parte de una especie de copiador del material genético del virus. Al bloquear esta interacción, el virus ya no puede copiar su material genético ni replicarse”.
Después, con el equipo de Xavier de Lamballerie (Universidad de Aix-Marsella), los investigadores demostraron que el antiviral es muy eficaz contra todas las variantes conocidas del virus del dengue y, por último, probaron las dosis del inhibidor y comprobaron que incluso una dosis baja del fármaco administrada por vía oral, era muy eficaz.
Reconstrucción visual del dengue serotipo 3 (Guntur Fibriansah - Duke-NUS Graduate Medical School Singapore).
“Además, el tratamiento sigue siendo eficaz cuando la infección ya está en su punto álgido. En estos casos, el número de partículas de virus en la sangre se redujo drásticamente en las 24 horas siguientes al inicio del tratamiento. Esto demuestra lo extremadamente potente que es el medicamento antiviral”, destacó Suzanne Kaptein, investigadora del Instituto Rega.
Laura Palermo, doctora en virología, especialista en la historia de las enfermedades y profesora en el Hunter College de Nueva York, resaltó: “El hallazgo es interesante. En general, los antivirales no son fáciles de desarrollar. Muy pocos llegan a los pacientes. Este estudio seguramente sea solido, pero en ratones. Son esos papers científicos que son muy buenos, pero de ahí a que sea la solución a la enfermedad del dengue en humanos es un salto grande, hacen falta más estudios y pruebas en humanos”.
La investigación postula que el inhibidor también podría usarse para prevención, lo que sería muy positivo, ya que la actual vacuna contra el dengue sólo ofrece una protección parcial.
“Estos fármacos potentes y seguros contra el dengue, que puedan tomarse fácilmente en forma de comprimidos, podrían ofrecer protección eficaz durante un tiempo”, precisó Neyts.
“Pensemos, por ejemplo, en las personas que viven en zonas con un brote de dengue en curso: podrían tomar un medicamento contra el dengue durante un par de días o semanas. Los comprimidos también podrían proteger a los viajeros o a los trabajadores de las ONG durante su estancia en regiones de alto riesgo”, sugirió el científico.
“Estos fármacos potentes y seguros contra el dengue, que puedan tomarse fácilmente en forma de comprimidos, podrían ofrecer protección eficaz durante un tiempo”, precisó Johan Neyts (Chang W. Lee/The New York Times).
El fármaco antiviral se desarrollará en una formulación fácil de administrar que pueda optimizarse para el tratamiento y la prevención de la enfermedad en regiones tropicales y subtropicales donde el dengue es endémico.
Tras doce años de investigación, los autores han diseñado una molécula igualmente eficaz para los cuatro tipos de virus del dengue.
Sin precedentes
El compuesto JNJ-A07 se encontró tras examinar miles de posibles candidatos, en un proceso que el investigador Johan Neyts describió como “buscar una aguja en un pajar”.
Pero la espera mereció la pena. Su efecto “en animales infectados no tiene precedentes, -destacó el científico- incluso si el tratamiento se inicia en el momento de máxima replicación del virus, hay una importante actividad antiviral”. El JNJ-A07 actúa sobre la interacción entre dos proteínas del virus del dengue que son clave para su replicación.
Las pruebas realizadas en células, tanto de mosquitos como de seres humanos, demostraron que funcionaba contra las cuatro cepas del dengue.
Ejemplares de mosquitos Wolbachia-Aedes aegypti en Singapur (REUTERS/Edgar Su).
Este virus puede evolucionar rápidamente, por lo que el equipo también examinó cómo se comportaría el JNJ-A07 si el dengue mutara. “En el laboratorio, en células infectadas, tardamos casi medio año en obtener una resistencia importante (al tratamiento)”, indicó Neyts. “Dado que la barrera a la resistencia es tan alta, es muy poco probable que esto suponga un problema clínico”.
Curiosamente, las mutaciones que provocaron la resistencia también parecían hacer que el virus fuera incapaz de replicarse en las células de los mosquitos.
Esto podría sugerir que, aunque el virus desarrolle resistencia al tratamiento con JNJ-A07, dejaría de ser transmisible a través de los mosquitos, llegando efectivamente a un punto muerto en su huésped.
El producto resultó efectivo al ser administrado a ratones tanto antes como después de la infección.
El dengue retrocedió en Latinoamérica tras las cifras récord de 2019 (EFE/Rodrigo Sura/Archivo).
La versión del compuesto reportado en Nature ha sido “ligeramente optimizado” y Johnson & Johnson lo tiene en desarrollo clínico”, amplió Neyts.
El científico jefe de Johnson & Johnson, Paul Stoffels, puntualizó que el trabajo tiene “un tremendo potencial de transformar la lucha mundial contra esta amenaza pública significativa y creciente”.
Admitió que quedan dudas por responder, como si el compuesto aumenta la posibilidad de sufrir una reinfección.
El dengue afecta a millones de personas cada año y produce los brutales síntomas que le valen el apelativo de “fiebre rompehuesos” pero, según advierte esta nueva investigación, se podría haber encontrado el primer tratamiento contra este virus.
Con información de EFE y AFP.