Hace unos 467 millones de años, la biodiversidad explotó en nuestro planeta en un evento conocido como la radiación del Ordovícico. Aunque quedó claro que fue causado por un clima frío, éste no habría sido producido por polvo espacial como se creyó inicialmente. Los detalles de la nueva investigación fueron publicados en Nature Communications.
En 2019 un estudio sugirió que dos asteroides en el cinturón de asteroides colisionaron y causaron polvo espacial, el cual, a su vez, ocasionó que no llegue la luz solar a la Tierra desencadenando un evento de enfriamiento. El cambio en el clima causó la muerte de trilobites y braquiópodos, pero también generó una explosión de vida marina invertebrada.
Algo no cuadra
En el nuevo artículo, el geólogo Jan Audun Rasmussen del Museum Mors en Dinamarca y sus colegas concluyen que el inicio de la radiación del Ordovícico es anterior a la colisión del asteroide.
“Nuestros resultados demuestran que el período de clima más frío y de mayor biodiversidad ocurrió mucho antes de la explosión del asteroide y el posterior bombardeo de meteoritos. 600.000 años antes, para ser precisos”, dijo el geólogo y paleontólogo Nicolas Thibault de la Universidad de Copenhague. Esto prueba que los dos fenómenos no pueden vincularse.
El equipo de investigación hizo un estudio de los fósiles del lecho marino sedimentario en Steinsodden (Noruega). Estos fósiles están preservados en capas de piedra caliza y ayudan a fechar los cambios en la biodiversidad en el océano durante el período Ordovícico, permitiéndoles reconstruir la cadena de eventos de la radiación del Ordovícico.
“Nuestro trabajo muestra que un cambio hacia un clima más frío comenzó exactamente hace 469,2 millones de años”, comentó el paleontólogo Christian Mac Ørum Rasmussen. “Doscientos mil años después, las temperaturas fueron aún más bajas y provocaron la formación de hielo en el entonces Polo Sur”, agregó.
Ciclos de Milankovitch
De hecho, las capas revelan que el comienzo del clima frío coincidió con un cambio en la excentricidad orbital de la Tierra y la inclinación axial con respecto al Sol. Este es un fenómeno conocido que ocurre con regularidad. Cada cambio tiene lugar durante decenas de miles de años, creando ciclos climáticos glaciales e interglaciares llamados ciclos de Milankovitch.
Eso no quiere decir que el polvo de asteroides no haya tenido ningún efecto aquí en la Tierra. Trozos de él constituyen alrededor de un tercio de todos los meteoritos que caen a la Tierra en la actualidad. Es solo que el efecto fue algo opuesto al encontrado por el artículo original, dijeron los investigadores.
“En vez de provocar un aumento de la biodiversidad, el polvo cósmico de la explosión del asteroide probablemente actuó como un freno temporal en la evolución de las especies”, señaló Rasmussen. “El polvo bloqueó la luz solar, lo que afectó a la mayoría de los procesos fotosintéticos y condiciones de vida de los animales en general”.
Más trabajos ayudarán a resolver el papel de la glaciación y los ciclos de Milankovitch en la radiación del Ordovícico. Sin embargo, descartar el polvo cósmico es un importante paso hacia adelante, afirmaron los investigadores.