Con una longitud de 2 mil 300 kilómetros a lo largo de la costa noreste de Australia, la Gran Barrera de Coral es el organismo vivo más grande del planeta, pero en la última década ha sufrido un deterioro importante como consecuencia del incremento de temperatura en los océanos.
"Sabemos que el 2021 fue el año con el mayor récord de calor en los océanos; sabemos que el cambio climático está calentando los océanos, está provocando olas de calor marinas más frecuentes y más graves. Durante el año pasado muchos de estos excesos de calor fueron absorbidos por los océanos”, dijo Jodie Rummer, bióloga marina de la Universidad James Cook.
Y continuó: “nuestros cálculos, que pienso son sorprendentes, indican que el exceso de calor es equivalente al de siete bombas atómicas como la de Hiroshima y que está siendo absorbido. Es como si detonaran siete bombas atómicas cada segundo”.
Las autoridades de este colosal parque marino informaron que buena parte de este ecosistema ha sido impactado de manera significativa por el incremento de la temperatura del mar, y señalaron que en algunas áreas es de 2 a 4 grados por encima del promedio.
Por su belleza y únicas características biológicas, la Gran Barrera de Coral fue declarada Patrimonio Mundial en 1981.
Sin embargo, por la degradación que vive, en 2021 la Unesco analizó la posibilidad de degradar el estatus de esta belleza natural. Hoy, una misión de las Naciones Unidas ha comenzado el monitoreo continuo de este ecosistema marino para determinar si está siendo protegido ante el cambio climático.
“Necesitamos ayuda y que tenemos que realizar acciones rápidas y urgentes para abordar el principal problema que enfrenta nuestra Gran Barrera de Coral, que es el cambio climático”, enfatizó Jodie Rummer.
Australia ya elaboró el plan “Arrecife 2050” para proteger esta belleza natural y tratar de evitar que sea degradada de la lista de Patrimonio Mundial.