Un gran grupo de manchas solares, cuya parte central es por lo menos dos veces el tamaño de la Tierra, está brotando sobre el extremo nororiental del Sol.
La región de manchas solares, que lleva el nombre de AR2975, ha producido erupciones solares de clase C, consideradas de tamaño pequeño y con mínimas afectaciones notables en la Tierra. Pero en caso de emitir erupciones de clase M, estas podrían ser una amenaza, debido a que pueden generar apagones de radio que afectarían a las regiones polares del planeta, así como tormentas ligeras de radiación.
La reciente actividad solar originada en la región AR2975 podría llegar a la Tierra en forma de vientos solares de alta velocidad, ya que su agujero coronal, localizado cerca del ecuador del Sol, ha girado en dirección hacia el planeta, según datos de EarthSky. Los agujeros coronales son una fuente de corrientes de viento solar que tienen el potencial de producir tormentas geomagnéticas de ligeras a moderadas.
También comentan que se generarán auroras ante la elevada actividad geomagnética que surge de las corrientes de viento solar. Según el Centro de Pronóstico del Clima Espacial (SWPC, por sus siglas en inglés) —institución dependiente de la Oficina Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos—, cuando ocurren grandes eventos de actividad solar, las auroras pueden ser vistas en zonas lejanas a los polos de la Tierra.
El SWPC expresó que este tipo de eventos pueden dar lugar a problemas en las comunicaciones, las operaciones satelitales y aéreas, en los vuelos espaciales tripulados, también en sistemas de navegación y topografía, además de afectar la red eléctrica, indica RT.
Las manchas solares son zonas de un color más oscuro que pueden ser vistas en la capa solar de nombre fotosfera y son producidas por el intenso flujo magnético que viene de la superficie del Sol.