Los científicos ya preveían que podía suceder, ya que desde principios de marzo se estaban desprendiendo fragmentos de la plataforma de hielo marino, en el glaciar Conger al este de la Antártida. Ahora, las imágenes satelitales lo confirmaron, se desprendió un área de unos 1.200 kilómetros cuadrados de extensión.
Las imágenes satelitales del hielo desprendido
Se trata de una gigantesca plataforma de hielo marino milenario, que ha dejado a la comunidad científica realmente preocupada. Es la primera vez que sucede en esta región de la Antártida, coincidiendo con una ola de calor, que elevó las temperaturas unos 40 grados por encima de lo que se espera en esta fecha.
Ahora, la plataforma se convirtió en cientos de fragmentos de hielo que están a la deriva en el océano. El mayor, llamado C8, tenía 320 kilómetros cuadrados cuando colapsó.
Las imágenes satelitales son contundentes, y se aprecia con claridad cómo la plataforma se ha reducido de forma abismal. La información la dio el Centro Nacional del Hielo de Estados Unidos, que analiza las imágenes de satélites de la NASA.
La plataforma, hace apenas unos meses, se creía estable. Sin embargo, la ola de calor y el aumento de la temperatura de los océanos, provocó un evento inesperado y rápido, ya que sucedió en solo dos semanas.
El glaciólogo Christopher Shuman reconoce que “ha sido un reventón ,un suceso que no se esperaba de forma tan repentina”.
Según explica el experto, las aguas superficiales se están calentando, y van circulando por abajo de la plataforma, derritiéndola en zonas imposibles de ver. Luego se va desestabilizando, hasta romperse y desprenderse de la plataforma principal.
Los riesgos del deshielo en la Antártida
La preocupación es grande, el hielo que se desprendió no tiene antecedentes en esta región. Otros eventos similares se han identificado en las barreras de hielo de la Antártida occidental, pero nunca en la oriental.
“Todos los colapsos anteriores han tenido lugar en la Antártida occidental, no en la Antártida oriental, que hasta hace poco se consideraba relativamente estable”, explicó también Catherine Walker, de la Institución Oceanográfica Woods Hole y la NASA, en un comunicado.
“Esto es algo así como un ensayo general de lo que podríamos esperar de otras plataformas de hielo más masivas si continúan derritiéndose y desestabilizándose. Entonces realmente estaremos más allá del punto de inflexión en términos de desaceleración del aumento del nivel del mar”.
Estas palabras de la experta en la Antártida se suman a estudios previos que vaticinan un derretimiento del 75% de las plataformas de hielo antártico, evento que podría elevar hasta 53 metros el nivel del mar global. La plataforma que se desprendió, podría ser solo el comienzo.