El mundo está "lamentablemente mal preparado" para una erupción volcánica masiva, según un equipo de investigadores del Centro para el Estudio del Riesgo Existencial (CSER) de la Universidad de Cambridge y la Universidad de Birmingham que han publicado sus conclusiones en la revista Nature. Los expertos también advierten que una erupción volcánica catastrófica es más probable de lo que pensamos y que no estamos listos para las posibles repercusiones en las cadenas de suministro globales, el clima y la comida.
Seguimos sin estar preparados
Si nos remontamos a 1815, ese año el volcán Tambora (o Tamboro) ubicado en la parte norte de la isla de Sumbawa, en Indonesia entró en erupción y murieron 100 000 personas. Sin embargo, sus efectos no acabaron ahí. El hollín arrojado a la estratosfera provocó que las temperaturas cayeran un grado entero en todo el mundo. Hubo efectos colaterales asociados a las cosechas, al verano... al menos fue la época en la que la escritora británica Mary Shelley escribió en sus tres días de encierro la novela gótica Frankenstein o el moderno Prometeo.
Ahora, según los científicos, existe una posibilidad entre seis de que una erupción de una magnitud similar pueda volver a ocurrir este siglo, y no estamos preparados para ello.
“Los datos recopilados de los núcleos de hielo sobre la frecuencia de las erupciones en el tiempo profundo sugieren que existe una posibilidad entre seis de una explosión de magnitud siete en los próximos cien años. Eso es una tirada de dados”, dijo la coautora del estudio e investigadora de CSER, Lara Mani. “Estas gigantescas erupciones han causado un cambio climático abrupto y el colapso de civilizaciones en el pasado lejano”.
"No existe una acción coordinada, ni una inversión a gran escala, para mitigar los efectos globales de las erupciones de gran magnitud. Esto tiene que cambiar", afirma Michael Cassidy, profesor asociado de vulcanología en la Universidad de Birmingham.
Realmente es así. Si bien agencias espaciales como la NASA apuestan por invertir en un plan de defensa planetaria de cara a evitar que un asteroide se estrelle contra la Tierra (como el proyecto de la misión DART), no existe un programa global dedicado a la protección contra la devastación que podría ocurrir después de una erupción volcánica a gran escala, algo que es cientos de veces más probable que ocurra que la colisión de asteroides y cometas juntos.
Subestimando las probabilidades
Los investigadores dicen que existe un "concepto erróneo generalizado" de que los riesgos de grandes erupciones son bajos y describen la actual falta de inversión gubernamental en el monitoreo y la respuesta a posibles desastres volcánicos como "imprudente".
"Esto necesita cambiar urgentemente. Estamos subestimando por completo el riesgo que representan los volcanes para nuestras sociedades", dicen los expertos. “Ahora vivimos en un mundo con ocho veces la población y más de cuarenta veces el nivel de comercio. Nuestras complejas redes globales podrían hacernos aún más vulnerables a los impactos de una gran erupción”.
El impacto de tales eventos interrumpiría el transporte, los alimentos, el agua, el comercio, la energía, las finanzas y las comunicaciones. Los científicos han advertido que debido a los cambios en la circulación oceánica y atmosférica causados por el cambio climático, una erupción de gran magnitud en los trópicos podría causar un 60 % más de enfriamiento en el próximo siglo en comparación con la actualidad. El mundo ya es alrededor de 1,1 °C más cálido que en la era preindustrial, por lo que el impacto de una gran erupción volcánica sería abrupto e inmenso, con efectos desiguales sobre el clima, las precipitaciones y la temperatura.
Aunque pueda parecer descabellado, debemos empezar a pensar en formas de frenar la destrucción de las erupciones volcánicas
“Afectar directamente el comportamiento volcánico puede parecer inconcebible, pero también lo fue la desviación de asteroides hasta la formación de la Oficina de Coordinación de Defensa Planetaria de la NASA en 2016”, aclara Mani. “Los riesgos de una erupción masiva que devasta a la sociedad global son significativos. La falta de inversión actual para responder a este riesgo es simplemente irresponsable”.
Referencia: Huge volcanic eruptions: time to prepare. Michael Cassidy & Lara Mani. Nature 608, 469-471 (2022)