Un equipo internacional de científicos ha encontrado evidencia que sugiere la existencia de dos exoplanetas compartiendo la misma órbita alrededor de una estrella distante. Este hallazgo, de confirmarse, sería la prueba más sólida hasta la fecha de que esto es posible.
El descubrimiento, dirigido por la científica Olga Balsalobre-Ruza del Centro de Astrobiología, un centro de investigación conjunto del CSIC y el INTA en España, ha sido posible gracias al telescopio ALMA ubicado en el desierto chileno de Atacama. Este telescopio es operado en conjunto por el Observatorio Europeo Austral (ESO).
Utilizando el ALMA, los científicos han detectado una nube de escombros que podría estar compartiendo la órbita con otro planeta. Esta nube podría consistir en bloques en construcción de un nuevo planeta o en los restos de uno que ya se ha formado.
La existencia de "troyanos" planetarios, cuerpos rocosos que comparten la misma órbita que un planeta, es común en nuestro Sistema Solar. Un ejemplo conocido son los asteroides alrededor de Júpiter. Sin embargo, hasta ahora, las pruebas de la existencia de troyanos planetarios fuera de nuestro sistema eran escasas.
Este descubrimiento proporciona la evidencia observacional más sólida hasta ahora de la teoría de los troyanos planetarios fuera del Sistema Solar. Los dos planetas en cuestión se encuentran en el sistema "PDS 70", una joven estrella que alberga dos planetas gigantes similares en tamaño a Júpiter.
Los científicos han detectado una señal débil que sugiere la presencia de una nube de escombros en una de las regiones de la órbita de un planeta donde la gravedad combinada de la estrella y el planeta puede atrapar material. Esta nube podría indicar la existencia de varios troyanos en el sistema o la formación de un nuevo planeta.
Este descubrimiento plantea preguntas sobre la formación, evolución y frecuencia de los troyanos planetarios en diferentes sistemas planetarios. Para confirmar plenamente este hallazgo, el equipo planea utilizar el telescopio ALMA después de 2026 para observar si las dos masas (el planeta llamado "PDS 70b" y su nube de escombros "hermana") se mueven significativamente a lo largo de la misma órbita alrededor de la estrella. Esto representaría un avance significativo en el campo de los exoplanetas.