Un emocionante avance en la búsqueda de comprender la energía oscura, el enigmático componente que constituye más del 68% del universo, ha sido logrado por investigadores de la Universidad de Cambridge.
En un estudio reciente, los científicos han revelado una prometedora técnica que podría permitir la detección y medición directa de esta fuerza misteriosa, utilizando el estudio de la galaxia de Andrómeda, nuestro vecino cósmico en proceso de colisión con la Vía Láctea.
Desde su primera identificación en la década de los 90, la energía oscura ha mantenido a los científicos en vilo, ya que no ha sido observada directamente hasta ahora. Los científicos han confiado en la observación de galaxias lejanas para estudiar esta enigmática fuerza, pero un equipo de investigadores de la Universidad de Cambridge ha optado por un enfoque innovador.
Analizando cómo Andrómeda y la Vía Láctea interactúan mientras avanzan lentamente en su camino de colisión, los científicos han sido capaces de establecer un límite superior en el valor de la constante cosmológica, que es el modelo más simple de la energía oscura. Este límite superior resultó ser cinco veces mayor que el valor de la constante cosmológica que se ha podido detectar en el universo primitivo.
“Andrómeda es la única galaxia que no se escapa de nosotros, por lo que al estudiar su masa y movimiento, podemos hacer algunas determinaciones sobre la constante cosmológica y la energía oscura”, afirmó Benisty, quien también es investigador asociado en el Colegio de Queens.
Aunque la técnica está en sus primeras etapas de desarrollo, los investigadores son optimistas sobre sus posibilidades. Los resultados del estudio se han publicado en The Astrophysical Journal Letters.
El enigma de la energía oscura sigue siendo uno de los desafíos más grandes en la cosmología actual. Aunque solo podemos observar aproximadamente el 5% del universo, la energía oscura y la materia oscura constituyen la mayor parte de su contenido. La energía oscura es esencialmente una modificación a la teoría de la gravedad de Albert Einstein y se cree que es responsable de la aceleración en la expansión del universo.
“Esa fuerza afecta a cada par de galaxias: la gravedad quiere juntarlas, mientras la energía oscura las separa”, explicó Benisty. “En nuestro modelo, si cambiamos el valor de la constante cosmológica, podemos ver cómo cambia la órbita de los dos conjuntos de cuerpos.
“Basándonos en su masa, podemos colocar un límite superior en la constante cosmológica, unas cinco veces más alta de lo que podemos medir en el resto del universo.”
A medida que el telescopio espacial James Webb se prepara para proporcionar mediciones más precisas de la masa y el movimiento de Andrómeda, la comunidad científica espera que esta nueva técnica abra las puertas hacia una comprensión más profunda de la fuerza cósmica que mantiene a nuestro universo en constante cambio.