En un revelador estudio publicado en Nature Astronomy, el profesor Wang Lingzhi del Centro Sudamericano de Astronomía de la Academia de Ciencias de China lideró un equipo de astrónomos que identificó una fuente previamente desconocida de polvo en el universo: una supernova de tipo 1a que interactúa con el gas circundante.
A diferencia de las supernovas de colapso del núcleo, que son la explosión de estrellas masivas y no ocurren en galaxias elípticas, estas últimas, formadas por enjambres gigantes de estrellas, presentan un misterio en cuanto a la creación de polvo.
Este estudio sugiere que las supernovas termonucleares de tipo 1a, la explosión de estrellas enanas blancas en sistemas binarios, podrían explicar la presencia significativa de polvo en estas galaxias.
La investigación se centró en la supernova SN 2018evt, monitoreada durante más de tres años utilizando instalaciones espaciales y terrestres, como el Telescopio Espacial Spitzer de la NASA, misiones NEOWISE, la red global de telescopios del Observatorio Las Cumbres, y otras instalaciones en China, Sudamérica y Australia.
El equipo descubrió que la supernova interactuó con material previamente desprendido por una o ambas estrellas del sistema binario antes de la explosión de la enana blanca. La onda de choque resultante afectó el gas preexistente, enfriándolo y creando polvo cósmico.
Durante más de mil días de seguimiento, los investigadores observaron una disminución abrupta de la luz en longitudes de onda ópticas, seguida de un aumento en la luz infrarroja. Esto indicó la formación de polvo en el gas circunestelar después de que se enfrió tras la onda de choque de la supernova.
“Los orígenes del polvo cósmico han sido durante mucho tiempo un misterio. Este estudio marca la primera detección de un proceso rápido y significativo de formación de polvo en la supernova termonuclear que interactúa con el gas circunestelar”, dijo el profesor Wang, primer autor del estudio.
El estudio estima que este evento de supernova pudo haber creado una cantidad de polvo equivalente al 1% de la masa del sol, y se espera que aumente a medida que la supernova se enfríe.
Aunque estas supernovas termonucleares no son tan numerosas ni eficientes como las de colapso del núcleo, el profesor Wang Lifan de la Universidad Texas A&M, co-primer autor del estudio, sugiere que podrían ser una fuente significativa o incluso dominante de polvo en las galaxias elípticas.
El profesor Andy Howell del Observatorio Las Cumbres y la Universidad de California en Santa Bárbara, investigador principal del Proyecto Global Supernova, concluyó:
“La creación de polvo es simplemente gas que se enfría lo suficiente como para condensarse.”.
Howell es el investigador principal del Proyecto Global Supernova cuyos datos se utilizaron en el estudio.
“Un día ese polvo se condensará en planetesimales y, en última instancia, planetas. Esta es la creación que comienza de nuevo tras la muerte estelar. Es emocionante comprender otro vínculo en el círculo de la vida y la muerte en el universo”.