Un equipo de investigadores del Instituto de Física de Alta Energía de la Academia de Ciencias de China ha anunciado un extraordinario hallazgo que podría transformar nuestra comprensión de la astrofísica.
Utilizando el observatorio LHAASO (Large High Altitude Air Shower Observatory) en la región de formación estelar Cygnus, han descubierto el primer superacelerador de rayos cósmicos.
La gigantesca burbuja de rayos gamma ultra-energéticos en Cygnus, detectada con el LHAASO, revela la existencia de partículas con energías superiores a 10 Petaelectronvoltios (PeV).
Dentro de esta burbuja, se identificaron fotones con energías asombrosas, confirmando la presencia de un superacelerador capaz de impulsar partículas hasta 20 PeV e inyectarlas en el espacio interestelar.
El cúmulo estelar masivo Cygnus OB2, con estrellas jóvenes, calientes y extremadamente brillantes, ha sido señalado como la probable fuente de esta aceleración, según un artículo publicado en Science Bulletin.
Las condiciones generadas por la radiación y los vientos estelares en este entorno proporcionan un escenario ideal para la aceleración de partículas a energías extraordinarias.
Este descubrimiento marca un hito en la astrofísica al ser la primera vez que se identifica un superacelerador de rayos cósmicos. Los rayos cósmicos, partículas cargadas que provienen del espacio exterior, han sido un enigma en la astrofísica contemporánea, y este hallazgo proporciona una ventana única para comprender su origen.
El observatorio LHAASO, con una superficie de 1.36 kilómetros cuadrados y ubicado a 4,410 metros sobre el nivel del mar en Sichuan, ha demostrado ser instrumental en este avance científico.
Inaugurado oficialmente en mayo de 2023, su alta sensibilidad permite observar con precisión el origen y la propagación de las partículas cósmicas.
Desde sus primeras fases de funcionamiento, el LHAASO ha logrado avances notables. En octubre de 2022, astrónomos chinos utilizaron el observatorio para detectar los estallidos de rayos gamma más intensos jamás registrados.
El hallazgo abre nuevas perspectivas para desentrañar los misterios de los rayos cósmicos y sus orígenes.
Aunque el estudio de estos fenómenos sigue siendo un desafío, el LHAASO ha demostrado ser una herramienta invaluable para avanzar en nuestra comprensión de los mecanismos naturales que impulsan partículas a velocidades extraordinarias en el cosmos.