Este martes, el Sol desató la llamarada más potente observada en casi diez años, solo días después de que intensas tormentas solares golpearan la Tierra y generaran espectaculares auroras boreales en regiones usualmente ajenas a este fenómeno.
"¡Todavía no ha terminado!”, declaró la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA).
Según la agencia, esta es la llamarada más intensa del actual ciclo solar de 11 años, que se aproxima a su apogeo. Afortunadamente, se espera que la Tierra no resulte afectada directamente esta vez, ya que la llamarada se produjo en una zona del Sol que se está moviendo en dirección opuesta a nuestro planeta.
El Observatorio de Dinámica Solar de la NASA capturó el resplandeciente estallido de rayos X, el más fuerte desde 2005, clasificado como X8.7 en la escala de intensidad de llamaradas.
Bryan Brasher, del Centro de Predicción Meteorológica Espacial de la NOAA en Boulder, Colorado, sugirió que la llamarada podría ser aún más intensa según se analicen más datos de otras fuentes.
The Sun emitted a strong solar flare on May 14, 2024, peaking at 12:51pm ET. NASA’s Solar Dynamics Observatory captured an image of the event, which was classified as X8.7. https://t.co/njaYS2IutE pic.twitter.com/oIJn2gmIUF
— NASA Sun & Space (@NASASun) May 14, 2024
El fenómeno llega casi una semana después de que otras llamaradas y expulsiones masivas de plasma coronal amenazaran con interrumpir las redes eléctricas y las comunicaciones tanto en la Tierra como en el espacio.
La NASA informó que la tormenta geomagnética reciente provocó que uno de sus satélites ambientales, afectado por el clima espacial, girara inesperadamente y entrara en un estado de hibernación de seguridad, conocido como modo seguro.
En la Estación Espacial Internacional, se recomendó a los siete astronautas refugiarse en zonas con protección reforzada contra la radiación, aunque se confirmó que la tripulación no corrió peligro en ningún momento, aseguró la NASA.