La misión europea Juice, lanzada el 14 de abril de 2023, enfrentará un reto sin precedentes entre el 19 y el 20 de agosto al navegar por un estrecho "pasillo" entre la Luna y la Tierra.
Esta maniobra, diseñada durante dos décadas por expertos globales, busca captar energía gravitacional en un período de 24 horas para propulsarse hacia Venus.
Este sistema de frenado y aceleración, nunca antes intentado, es esencial para ajustar la trayectoria hacia Júpiter, donde Juice explorará sus tres grandes lunas oceánicas: Europa, Calisto y Ganímedes.
El primer gran hito de la misión será este primer vuelo entre la Luna y la Tierra: “Será como pasar por un pasillo muy estrecho, muy, muy deprisa, y pisar el acelerador al máximo cuando el margen al borde de la carretera es de apenas milímetros”, ha señalado el director de Operaciones de Juice, Ignacio Tanco.
Los científicos vigilarán continuamente, realizando ajustes para asegurar que la nave se mantenga en el rumbo correcto, con la ayuda de seis modos distintos de corrección de trayectoria.
Durante el sobrevuelo, se activarán diez instrumentos científicos para recopilar datos. Especial atención tendrá el instrumento RIME, que observará la Luna para calibrar y corregir problemas de ruido internos, crucial para sus futuras observaciones en Júpiter.
La misión se extenderá hasta 2031, con el objetivo de estudiar potenciales reservas de agua en las lunas heladas, clave para futuras exploraciones.