Un estudio internacional encabezado por Mario Fischer-Gödde, de la Universidad de Colonia, Alemania, y publicado en la revista Science, ha revelado detalles fundamentales sobre el asteroide que impactó en Chicxulub, Yucatán, hace 66 millones de años, causando la extinción masiva del Cretácico-Paleógeno.

Este evento catastrófico terminó con cerca del 60% de las especies en la Tierra, incluyendo dinosaurios no avianos y reptiles marinos.

Los investigadores de diversos países incluyendo Italia, Brasil, y Estados Unidos, determinaron que el asteroide, de entre 6 y 12 kilómetros de diámetro, procedía de la órbita de Júpiter y era un asteroide de tipo carbonáceo.

El impacto liberó una energía equivalente a diez mil millones de bombas atómicas, generando un tsunami devastador que afectó áreas a miles de kilómetros del epicentro.

Los hallazgos también apoyan la predominancia del impacto sobre las teorías alternativas como las erupciones volcánicas en las Trampas del Decán, India, que algunos científicos consideran como potenciales causantes de la extinción.

Los análisis isotópicos de rutenio en muestras del límite K-Pg y la comparación con muestras de meteoritos y esférulas antiguas indican una coincidencia con las condritas carbonáceas, confirmando la naturaleza extraterrestre del impacto y su origen en el Sistema Solar exterior.

Este descubrimiento no solo resuelve un antiguo debate sobre la composición del asteroide de Chicxulub, sino que también amplía nuestra comprensión sobre la historia geológica de la Tierra y los eventos cósmicos que han moldeado nuestro planeta.