La medición del tiempo, que ha evolucionado desde la observación de las fases lunares hasta la creación del péndulo, ha alcanzado un nuevo hito con la introducción del primer reloj nuclear.
Esta innovadora tecnología promete definir la hora con una precisión sin precedentes.
El descubrimiento, destacado en la portada de la revista Nature de este miércoles, resulta de la combinación de un reloj atómico óptico de alta precisión con un sistema láser de alta energía.
Esta integración fue posible gracias a un cristal que contiene núcleos atómicos de torio, un elemento químico radiactivo.
Actualmente, el estándar para medir el tiempo es un reloj atómico basado en la transición de frecuencia de microondas en un átomo de cesio.
Los relojes atómicos permiten la sincronización precisa de tecnología y procedimientos a nivel global, hasta el decimosexto dígito.
La nueva tecnología, desarrollada por investigadores de Austria, Alemania y Estados Unidos, incluye un láser ultrapreciso basado en torio, que promete revolucionar la ciencia.
Aunque el prototipo actual no ofrece una precisión superior a los relojes atómicos existentes, su desarrollo marca un avance significativo en la tecnología.
Thorsten Schumm, investigador de la Universidad Tecnológica de Viena, explica que el objetivo principal no era mejorar la precisión inmediata, sino desarrollar una nueva tecnología. Schumm compara el avance con los primeros automóviles, que no eran más rápidos que los carruajes de la época, pero abrieron el camino a mejoras futuras.
El prototipo demuestra que el torio puede utilizarse como cronómetro para mediciones extremadamente precisas.
Los investigadores prevén que la tecnología evolucionará y permitirá medir otras magnitudes físicas con mayor exactitud, ayudando a resolver preguntas fundamentales sobre el universo.