La obra del escritor mexicano Juan Rulfo es una de las influencias más importantes en Gabriel García Márquez que se refleja en toda la estructura de su libro "Cien años de soledad", aseguró el escritor Gustavo Tatis, estudioso de la obra del Nobel de Literatura 1982.
Uno de los milagros en la literatura fueron los imaginarios colectivos que crearon –primero Rulfo y después García Márquez– en Comala y Macondo, en forma respectiva, dijo.
Para los estudiosos de la obra de estos dos grandes de la literatura universal, Juan Rulfo, autor de "Pedro Paramo", tuvo una gran influencia en García Márquez, creador de "Cien años de soledad".
El periodista y escritor Gustavo Tatis recordó que García Márquez trabajó junto a Rulfo cuando llegó a México, el país que lo acogió hasta el día de su fallecimiento, el 17 de abril de 2014.
El escritor colombiano “trabajó con Juan Rulfo cuando llegó a México. García Márquez sobrevivió varios años mientras escribía 'Cien años de soledad'. Sobrevivió trabajando en publicidad y haciendo guiones cinematográficos. Hizo un guión basado en 'Pedro Paramo' y trabajó con Carlos Fuentes”, indicó Tatis.
Sostuvo que cuando “Gabo” leyó por primera vez, en 1960, "Pedro Páramo", quedó impactado, al igual que en 1947, cuando tuvo en sus manos "La Metamorfosis", de Frank Kafka, en una edición de 1943 que fue traducida por Jorge Luis Borges.
García Máequez contaba que “se cayó de la cama cuando leyó 'La Metamorfosis'. También se cayó de la cama cuando leyó 'Pedro Páramo', que lo leyó hasta cinco veces", afirmó Tatis.
Gabo "se sabía de memoria párrafos enteros de 'Pedro Páramo'”, enfatizó Tatis, quien recuerda sus encuentros con García Márquez en Cartagena, la ciudad donde reposan parte de las cenizas del laureado escritor.
Entre las influencias que tuvo García Márquez en la construcción de su trabajo literario, y en particular en "Cien años de soledad", destacó la de los escritores William Faulkner (1897-1962), Virginia Woolf (1882-1941) y Juan Rulfo (1917-1986), así como "Las mil y una noches", una compilación de cuentos tradicionales de Medio Oriente.
"Creo que uno de los hallazgos fundamentales es descubrir que 'Pedro Páramo', de Juan Rulfo, fue un libro demasiado importante para García Márquez por muchas razones. García Márquez necesitaba hacer volar a Remedios, pero hacerla volar le costó mucho trabajo. No es fácil decir que una mujer vuela a las cuatro de la tarde”, dijo.
“Lo importante es hacerle creer al lector que bajo un soplo divino y sobrenatural, Remedios asciende al cielo en cuerpo y alma", añadió Tatis.
"Yo encuentro que Susana San Juan –el personaje de Rulfo en 'Pedro Páramo'– ella sube al cielo también, pero es percibida por Pedro Páramo cuando dice: 'pasaste rozando las hojas del paraíso', voló tan alto que pasó por el paraíso e hizo temblar sus hojas”, explicó.
Creo “que hay una referencia entre Susana San Juan y Remedios la Bella. Ahora hay una estructura gramatical de tiempo que encuentro similar en los escritores Virginia Woolf –la mejor escritora inglesa de la primera mitad del siglo XX– y Juan Rulfo en México. Los dos logran una estructura de tiempo que García Márquez asimila”, agregó Tatis.
En "La señora Dalloway" (1925), novela de Virginia Woolf, “en un solo párrafo la señorita Dalloway se mete en un vehículo en los años 20, y de repente la escritora nos hace recordar que ese ser que está perfumado, que es una mujer preciosa, dentro de poco será un cadáver".
Tatis sostuvo que leyendo a Faulkner descubrió que “si él (Gabo) no lo dice, alguien tenía que decirlo, que él tiene una evidente influencia de Faulkner en la creación de Macondo”.
La historia de ambos escritores “es muy parecida. Faulkner tuvo un abuelo coronel de la guerra de Secesión en Estados Unidos, y encuentro en las novelas de Faulkner un mundo muy parecido al de Macondo. Ese mundo del sur de Estados Unidos, esos negros entre los algodonales del Misisipi, el ambiente caliente donde hay conflictos sociales y raciales”, indicó.
Tatis, editor cultural del diario El Universal de Cartagena, consideró que “García Márquez supo descifrar el mundo de Faulkner y decir yo viví en una casa que fue construida por ingenieros que trabajaron en la United Fruit Company, y en esos campamentos las casas eran parecidas a las casas del sur de Estados Unidos”.