Hace unos cuatro años, en varios medios deportivos y no deportivos se reprodujo una y otra vez el nombre de Islandia. ¿El motivo? Su calificación a la Copa Mundial de Futbol Rusia 2018. Ya en 2016 esa nación se había hecho notar por su participación en la Eurocopa de Francia, la forma de festejar de parte de sus jugadores y de su afición. Gracias a lo anterior, ese país se ganó la simpatía de miles de aficionados al futbol.
Fuera de ello, de Islandia contábamos con escasas referencias: que es una isla poblada por poco más de trescientos mil personas; que en el año 2010, su volcán Eyjafjallajökull causó severos problemas en Europa (sobre todo a las aerolíneas); que actualmente Björk es su embajadora cultural en el mundo…
Pese a ello, hoy en día se saben pocas cosas de Islandia. No es un secreto que el alma de una sociedad radica en su cultura; a través de ésta es posible penetrar en las costumbres de un grupo social que incluso nos parezca ajeno y remoto.
Para poder acercarse a una cultura desconocida, pienso que la literatura es una de las mejores formas, pues ahí se expresa el sentir y el pensar de grupos que conforman una sociedad. Por ello, esta semana me permito recomendar Paraíso reclamado (1960; Orbis/Destino, 1982; traducción de Rodolfo Arévalo), del islandés Halldór Laxness (1902-1998).
Ganador del Nobel en 1955, el nombre del autor no es tan conocido en la actualidad, pues su obra no es fácil de conseguir, aunque no imposible. Y precisamente Paraíso reclamado es una de las novelas que el lector puede encontrar en alguna librería de viejo, ya que existe una edición de Orbis en su la colección «Los Premios Nobel», cuyo tiraje fue extenso y aún es posible hallar buena cantidad de sus títulos.
Ambientada en la Islandia rural del siglo XIX, tiene como protagonista a Steinar, un granjero que vive una vida apacible al lado de su esposa y de dos hijos. La vida de las familias transcurre en calma y el trabajo es acaso la única forma de entretenimiento.
Sin embargo, la tranquilidad de Steinar y de los suyos comienza a tambalearse cuando aparece un poni blanco en sus vidas: algunos pudientes comienzan a codiciarlo y le hacen ofrecimientos al granjero para que lo venda, pero los rechaza porque el caballito es de sus hijos.
Cierto día se anuncia la visita del rey de Dinamarca a Islandia –que entonces no era independiente–, por lo que a Steinar se le ocurre hacerle un regalo. Un regalo que cambiará la vida de su familia.
Lo anterior influye en el devenir de los días del granjero, aunado a la llegada a Islandia de Didrik, un líder mormón que habla de ese credo con la firme intención de atraer a nuevos creyentes. Ambos hombres sostienen diversos encuentros aparentemente casuales.
Como resultado de ello, Steinar decide abandonar a su familia, su granja e Islandia: emprende un viaje a Estados Unidos en busca del paraíso que Didrik le prometió que encontraría en la comunidad de los mormones, en la Tierra Prometida de Utah.
A partir de ese momento, la familia del granjero comienza a experimentar desgracias, cambios radicales en sus vidas que poco a poco traza Laxness, con la paciencia de un viejo que cuenta una historia.
En la narrativa del islandés sobresale el respeto de la gente a la naturaleza, la convivencia mutua. Como en La bendición de la tierra, del noruego Knut Hamsun, esa relación hombre-tierra puede parecer noble, pero aun así está latente la posibilidad de desatar problemas que terminan por romper la tranquilidad.
En Paraíso reclamado no faltan precisamente los conflictos: hay personajes oscuros que pasan sobre otros habitantes que, en cierta forma, son regidos por lo que pareciera ser una ingenuidad que deviene en sacrificio.
Esta novela es una oportunidad para que el lector se acerque a una sociedad que aparentemente nos es remota, con el magistral estilo del casi olvidado Halldór Laxness.
TOMADA DE LA WEB
El Nobel le fue concedido a Laxness por su «poder vívido y épico que ha renovado la gran narrativa islandesa».
TOMADAS DE LA WEB
Gente independiente es considerada la obra maestra de Laxness. En español la han editado Turner y Editorial Sudamericana.