Con el advenimiento de Internet, se comenzó a desarrollar un nuevo campo para el diseño gráfico, se le conoce como diseño web y está dirigido exclusivamente a plantear contenidos que se visualicen en una pantalla a través de un navegador.
Actualmente hay navegadores para distintos dispositivos electrónicos, desde computadoras personales y tabletas, hasta teléfonos inteligentes. El diseño web en su producción y planeación abarca muchas facetas del diseño tradicional y otras que han sido y son novedosas e innovadoras y que han ido incorporándose de manera vertiginosa en su producción. En este artículo nos centraremos en el diseño web, a través del cual la imagen tiene la capacidad de generar conocimiento con ese fin exclusivo y con el manejo de los componentes formales del mismo (es decir las formas, los colores, los textos, la ubicación de los elementos, los menús y todo gráfico que despliegue) para generar conocimiento y que idealmente se convierta en aprendizaje significativo.
El diseño web se visualiza en una pantalla que despliega elementos basados en información digitalizada, creada o manipulada en un soporte digital y que ha sido objeto de diseño. Se caracteriza por la no-linealidad, lo que significa que sus contenidos pueden revisarse de forma aleatoria a gusto del visitante del sitio, entre otras cosas. El medio digital en general, se caracteriza por la no-linealidad de la información, que despliega a través de Internet con una navegación basada en hipertextos.
El diseñador web tiene que tomar en cuenta muchas variables cuando realiza un diseño que va a desplegar en Internet. La red mundial nos permite llegar a usuarios o espectadores a los que ningún otro diseño llega fácilmente, se puede ver en Pakistán, Hungría, Kenia, Estados Unidos, Uruguay, Japón, Vietnam y México al mismo tiempo.
Parecería una maravillosa oportunidad para un proyectista y lo es, pero implica que pongamos en consideración múltiples factores que normalmente no haríamos: diseñar para el mundo entero es posible en la medida que ese “mundo entero” este occidentalizado, o por lo menos conozca nuestro alfabeto y nuestro idioma. El diseñador tiene que tomar en cuenta siempre a su espectador o usuario. Por cuestiones de practicidad durante este proceso se tienen que considerar las características aglomerantes del grupo de usuarios a los que vamos a dirigirnos, exactamente igual que cuando lo hacemos para soportes no digitales.
Sin embargo, a pesar de dirigir nuestro trabajo creativo a un grupo específico de usuarios, debe ser lo suficientemente accesible para que aquellos que lo deseen, alrededor del mundo y puedan navegarlo sin problemas. Debemos entonces tomar en cuenta que el diseño y el contenido, estará tocándose virtualmente movilizándose en una red infinita de informaciones y de espacios.
El diseñador web debe conocer el medio lo mejor posible para poder aprovecharlo, la primera consideración que debe hacerse es que el espacio virtual es un medio bidimensional donde se pueden desplegar hasta cuatro dimensiones considerando el tiempo. Entre mejor conozca el diseñador los elementos con los que puede y debe trabajar, mejor serán los resultados que obtenga.
Pero cuando se trata de generar conocimiento a través de un sitio, la pantalla se vuelve un factor muy importante, utilizando los elementos formales del diseño como facilitadores del aprendizaje, con un contenido específico y con diseño instruccional, es decir que el diseño web tiene la posibilidad de aprovechar el uso del espacio desplegable para crear un ambiente propicio para aprender. Los gráficos y los textos puestos en una pantalla van a ser estímulos que permiten que se tenga un proceso cognitivo, la disposición y presentación de dichos estímulos es lo que va a procurar que el aprendizaje sea significativo. En las distintas interfaces, éste debe administrar la información y estructurar los iconos adecuados en el momento justo, el lugar perfecto y con el contenido preciso.
Todo estímulo que transmite una pantalla llega hasta el cerebro a través de los sentidos. Debido a la tecnología actual, el sentido principal para este medio es la vista, que a través de su órgano, el ojo, lleva los estímulos codificados hasta el cerebro, que los interpreta para ser transformados en conocimiento. Así, el diseñador debe completar su trabajo no sólo ofreciendo un diseño “estético”, sino completo, funcional y con base teórica para hacer la diferencia y que se valore su trabajo, y que se potencialice su papel como lo que es: un generador de conocimiento.
ºDra. Lorena Noyola Piña / Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Facultad de Diseño de la Universidad Autónoma del Estado de
Morelos