“La participación de Navarro en este proyecto internacional es una buena noticia para el Instituto de Ciencias Nucleares, para la UNAM y para México”, comentó el director del ICN, Miguel Alcubierre Moya
Rafael Navarro González, investigador del Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) de la UNAM y colaborador de la NASA, participará en una nueva misión a Marte, ahora con la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés).
“Con esta nueva misión podremos medir cuántos días al año existen condiciones para que haya agua líquida en la superficie de Marte, lo cual es importante, agregó, porque permite que haya bacterias en la superficie y así aumentan las condiciones de habitabilidad”.
Se trata de la misión ExoMars (Exobiology on Mars), programada para ser lanzada a mediados del 2020, que lleva el instrumento HABIT, cuyo objetivo es capturar y convertir en líquida el agua de la atmósfera del planeta rojo.
Navarro es el único mexicano entre 14 coinvestigadores de varios países que participarán en esta investigación. “HABIT estudiará las condiciones atmosféricas de Marte. Llevará un dispositivo que permitirá capturar agua de la atmósfera y volverla líquida”, dijo el astrobiólogo en conferencia de medios, celebrada en el auditorio Marcos Moshinsky del ICN.
“La participación de Navarro en este proyecto internacional es una buena noticia para el Instituto de Ciencias Nucleares, para la UNAM y para México”, comentó el director del ICN, Miguel Alcubierre Moya.
Hielo en MarteHasta ahora, los científicos saben que es muy difícil que exista agua líquida en Marte, debido a la temperatura y presión tan bajas de ese planeta. Sin embargo, la misión Phoenix, cuando se posó en el ártico marciano, se llevó la sorpresa de que una de sus patas empezó a tener cristales de hielo, que se movían día a día de lugar, “lo que indicaba que durante la noche se volvía agua líquida y en el día se congelaba”, explicó Navarro.
Esas sales en Marte son importantes porque no sólo atrapan la humedad, sino que disminuyen el punto de congelamiento del agua, y entonces puede haber agua líquida cuando no la hay en condiciones normales de la atmósfera marciana, añadió.
Otras misiones al planeta rojo han encontrado surcos en las laderas de montañas, los cuales sólo se explican por el escurrimiento de agua líquida. También encontraron presencia de sales de perclorato. Curiosity comprobó su existencia en Marte y ahora sabemos que están ampliamente distribuidas ahí, expuso Navarro.
Curiosity halló que hay diferentes días a lo largo del año en los que puede haber agua líquida en las noches, y eso que está en el ecuador, que es la zona más cálida de ese planeta. “Conforme nos acercamos a los polos, el número de días con agua líquida es mayor”, subrayó.
Percloratos de aquí y de allá
La propuesta del equipo de ExoMars es llevar las sales de perclorato desde la Tierra, medir cómo se atrapa el agua durante la noche y cómo un cristal sólido puede hidratarse y volverse agua líquida. Eso ocurriría durante la noche. Durante el día, cuando la temperatura aumente, ese recurso se evaporará y se irá a la atmósfera.
Además, este instrumento hará factible saber, para misiones futuras, cómo se puede atrapar agua de Marte sin llevarla desde la Tierra, para que los astronautas que vayan colecten y utilicen agua marciana.
HABIT es el primer instrumento de Suecia que llegará a Marte. La misión es europea (de la ESA), mientras que el cohete y la plataforma que lo lanzará son rusos.
HABIT es una caja con seis depósitos. Cuatro de ellos llevarán sales que van de la Tierra, ya selladas, y en los dos extremos habrá dos cajones abiertos para que el polvo de Marte se acumule y se pueda medir si hay formación de agua líquida durante ciertas condiciones.
“Debemos definir los percloratos o sales que tengan la capacidad de absorber el agua y se incluirán en los cuatro depósitos”.
Equipo encapsulado
El equipo caerá en una cápsula en la superficie marciana con ayuda de paracaídas. La cápsula se abrirá y descenderá de la plataforma. En ella va el instrumento HABIT y el robot ExoMars, que se alejará del sitio de descenso y explorará la superficie de Marte en las vecindades de éste. Hará estudios de perforación de medio a un metro de profundidad.
La comunicación será del robot ExoMars a la plataforma (dotada de 13 instrumentos), de ahí a los satélites y de éstos a la Tierra. La comisión del instrumento es para que opere por un año. “En ese lapso se obtendrá información meteorológica y se harán experimentos para ver cuántos días o noches se puede formar agua líquida. Eso es importante para cuestiones de habitabilidad marciana y para capturar agua para futuros astronautas”, subrayó el universitario.
Navarro se dijo emocionado por participar en dos misiones espaciales simultáneas, una de la NASA estadounidense (Curiosity) y otra de la ESA europea (ExoMars).
“Participar en una misión espacial es difícil, no importa incluso si uno está en el primer mundo, pero participar en dos lo es aún más. Recibí esta invitación del investigador principal de la misión HABIT, el físico español Francisco Javier Martín Torres, profesor de la Universidad Tecnológica de Lulea, en Suecia, e investigador del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra, en Granada, España”.
Actualmente hay un prototipo listo para las pruebas y otro ya se voló en Suecia para las pruebas preliminares. En 2020, la misión europea partirá de Kazajistán y llegará a Marte en 2021.