A medida que se populariza el uso de biométricos en México, en objetos como tarjetas bancarias se abren las opciones para aplicar esta tecnología más allá de las huellas digitales.
El banco BBVA y Santander ya alistan tarjetas sin datos impresos y con tecnología biométrica para su uso en México; la idea es que no tengan datos como código de seguridad (CVV) o firmas, si no que al usarlas puedas verificar la transacción a través de la app usando datos biométricos como huella digital, iris ocular, tu rostro e incluso tus venas, sí tus venas, al ser detectadas por el sensor de un reloj inteligente.
Si bien la huella digital es el mecanismo de biométricos más usado en México, y en el mundo, hay que decir que no es el único método y que cada uno ha desarrollado un uso muy particular para distintos fines y que poseen diferentes niveles de efectividad.
Según un reporte de VISA, en México, 89% de los usuarios que usan biométricos de alguna forma prefieren usar huella digital, seguidos de 63% de los que optan por el reconocimiento de la voz y 58% a los que les gustaría que su rostro fuera usado como llave de contraseña.
Pese a que estos son los biométricos favoritos de los mexicanos, a nivel mundial, ya hay otras opciones que empiezan a resaltar y de acuerdo con la empresa de ciberseguridad Thales, hay unos más efectivos que otros.
Top 5 de biométricos y su efectividad, de acuerdo con Thales:
- Huella digital: Alta efectividad y bajo costo. Duración de largo plazo aunque algunas personas de edad avanzada pierden la huella en cierto porcentaje, lo que las aliena de esta tecnología.
- Escaneo de palma de la mano o venas: Alta efectividad, costo medio y buena opción a largo plazo; implementada a través de relojes inteligentes.
- Reconocimiento facial: Efectividad media y de bajo costo. De alta viabilidad a largo plazo.
- Reconocimiento de voz: Baja efectividad, mayor costo y muy complicada de implementar a largo plazo.
- Escaneo del iris del ojo: Alta efectividad pero también en costo; buena medida en el largo plazo.
Aunque recientemente se ha empezado a hablar cada vez más de este tipo de tecnologías, los biométricos ya llevan tiempo entre nosotros. No solo se han popularizado debido a los nuevos requerimientos legales para los bancos en México, por parte de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) o por el tan señalado padrón de telefonía móvil, si no que a medida que se popularizaron los smartphones con esta tecnología, los biométricos comenzaron su ascenso.
En 2013, el iPhone 5 introdujo el lector de huellas digitales con TouchID y un año después el Galaxy S5 de Samsung, terminó por abrir este panorama biométrico y más tarde varias marcas comenzaron a experimentar con la identificación facial.
Al cierre de 2020, la consultora Counterpoint Research, registró que en el mundo ya se habían distribuido al menos 1,000 millones de smartphones con capacidades para leer biométricos y se espera que esto siga al alza.