Por primera vez en la historia, se ha logrado captar señales de GPS en la Luna, un hito alcanzado gracias a la misión del módulo lunar Blue Ghost de Firefly Aerospace. Este logro marca un avance significativo para futuras misiones espaciales.
Dentro de las 10 cargas útiles transportadas por la misión, se incluyó un experimento conjunto de la NASA y la Agencia Espacial Italiana. Este experimento, llamado Experimento del Receptor GNSS Lunar (LuGRE), tenía como objetivo probar la viabilidad de capturar y rastrear señales de navegación terrestre en la superficie lunar. El éxito de LuGRE abre la posibilidad de que futuras misiones, como las del programa Artemis de la NASA, puedan usar esta tecnología para determinar su ubicación, velocidad y tiempo de forma autónoma, similar a cómo los sistemas de navegación utilizan señales GNSS en dispositivos como los teléfonos inteligentes.
Watch Firefly land on the Moon! After identifying surface hazards and selecting a safe landing site, #BlueGhost landed directly over the target in Mare Crisium. A historic moment on March 2 we'll never forget. We have Moon dust on our boots! #BGM1 pic.twitter.com/02DQJzn0hL
— Firefly Aerospace (@Firefly_Space) March 4, 2025
Una señal desde la Tierra en la Luna
El 2 de marzo, después del aterrizaje del módulo lunar, LuGRE comenzó a operar desde el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA. Su misión principal fue confirmar la posibilidad de recibir señales de las constelaciones GNSS, GPS y Galileo, y probar su efectividad en la Luna. A las 1:00 a. m. (hora del centro de México) del 3 de marzo, LuGRE logró capturar y rastrear señales GNSS desde la superficie lunar, a unos 225,000 kilómetros de la Tierra, estableciendo un nuevo récord en la navegación espacial.
Un avance con grandes beneficios
Este logro tiene múltiples implicaciones para las misiones espaciales. Al confirmar que las señales GNSS pueden ser captadas más allá de la órbita terrestre, se abre la puerta para mejorar la precisión de la navegación y los ajustes de trayectoria de misiones en el espacio cislunar, la región entre la Tierra y la Luna.
Antes de este avance, la NASA dependía de mediciones internas de los sensores de las naves y señales enviadas por estaciones de rastreo en la Tierra. Con LuGRE, las misiones futuras podrán utilizar señales GNSS de manera autónoma, reduciendo la dependencia de operadores humanos y mejorando la eficiencia de las operaciones espaciales.
Este logro marca un paso importante hacia la exploración espacial más precisa y autónoma, poniendo a la Luna como un nuevo campo de pruebas para tecnologías que podrían transformar la navegación en el espacio profundo.