Los primeros reportes (por supuesto no oficiales) aseguran que Apple ha comprado suficientes láminas de este material como para fabricar 200 millones de pantallas de cinco pulgadas. Los indicios apuntan a que hay algo de verdad tras estas especulaciones. Hemos visto toda clase de vídeos mostrando pruebas de resistencia a supuestas pantallas de zafiro. Los especialistas en materiales reconocen que, sea o no sea la pantalla de un supuesto iPhone 6, ese nivel de resistencia solo lo alcanza el cristal de zafiro.
¿Qué es el cristal de zafiro? Aunque el nombre sugiere costosas piezas de joyería, en realidad se trata de un material sintético con unas propiedades notables.
Más allá de la joyería
El zafiro es una piedra preciosa transparente que, en estado natural, adquiere diferentes tonalidades de color. La más habitual es la azul, pero también puede ser amarillo o rosado según su composición química. La propiedad que más interesa en telefonía no es su color, sino su transparencia, que es casi perfecta.
Los tonos del zafiro se deben a impurezas provenientes de elementos químicos como el hierro, el titanio, el cromo, el cobre o el magnesio. Si eliminamos todas esas impurezas, lo que tenemos es un cristal perfectamente transparente.
Sin embargo, es prácticamente imposible encontrar zafiro natural sin impurezas, y tratar de eliminar estas sería tan costoso como poco práctico. Aquí es donde interviene el zafiro sintético, un material creado en 1902 por un químico francés llamado Auguste Verneuil. Este cristal de laboratorio sí que se utiliza actualmente en aplicaciones como los cristales que cubren la esfera de algunos relojes.
El zafiro sintético se crea aplicando altísimas presiones y temperaturas a una mezcla de polvo de óxido de aluminio. El calor permite crear láminas sin imperfecciones de este material, conocido popularmente como cristal de zafiro.
Propiedades
¿Qué hace tan especial al cristal de zafiro como para quererlo sobre la pantalla de nuestro teléfono? Para empezar, es completamente transparente en longitudes de onda que oscilan entre los 150 y los 5.500 nanómetros. Para poner en contexto, el ser humano solo distingue longitudes de onda entre los 380 y 750 nanómetros. En otras palabras, su transparencia es perfecta.
Sin embargo, el auténtico encanto de este material es su dureza. Es casi tan duro como el diamante. En términos prácticos, es casi imposible de arañar a menos que vayamos con un puñado de diamantes en el bolsillo. Además de duro, es fuerte. Su resistencia a la compresión es de 2.000 mega pascales, 10 veces la resistencia del acero.
A fecha de hoy, esas propiedades del cristal de zafiro hacen que se utilice en cristales blindados o a prueba de balas, y en pantallas y visores para dispositivos militares. Sin entrar en aplicaciones tan exóticas, el cristal de zafiro también se usa, por ejemplo, para cubrir los mejores lectores de códigos de barras.
Cristal de zafiro Vs Gorilla Glass
El cristal de zafiro es más duro que Gorilla Glass, más resistente que el acero, y totalmente transparente. Entonces, ¿Por qué no está en todos los móviles desde hace tiempo? La respuesta es muy sencilla: es carísimo.
Su elevado coste s consecuencia de su método de fabricación. El cristal de zafiro se crea en grandes bloques que después hay que cortar mediante cortadoras de diamante o láser. Corning, el fabricante de Gorilla Glass, estima que su coste es unas diez veces superior al de su alternativa. Puede que sea una medición agresiva para no perder tirón comercial, pero incluso aunque solo fuera cinco veces más caro, sigue siendo una cifra elevada.
También es más pesado que Gorilla Glass, concretamente un 67% más pesado. Su densidad es de 3,98 gramos por centímetro cúbico frente a los 2,54 gramos de Gorilla Glass. Para que tenga el mismo peso, la lámina debería de ser más fina, y eso complica la producción.
Por otra parte, el hecho de que sea casi irrompible, no significa que sea a prueba de todo. Según los propios test de Corning, el cristal de zafiro es cuatro veces más resistente a la ruptura queGorilla Glass. Sin embargo, en Corning explican que, con el mismo grosor que sus pantallas, el material solo es más resistente a los arañazos, pero es más sensible a los golpes. Por supuesto, la opinión de los creadores de Gorilla Glass es parte interesada.
En definitiva, aún es pronto para saber cómo cambiará el cristal de zafiro la resistencia del futuro iPhone si finalmente se llega a utilizar. Parece que podría hacerlo más resistente a los arañazos a cambio de algo más de fragilidad en los impactos. Habrá que esperar a ver cómo se aplica este material para sacar conclusiones.
Fuente: Gizmodo