Antiguamente, las haciendas azucareras en el estado eran poco más de 120, entre cascos, haciendas y trapiches. Sin embargo, con el movimiento revolucionario fueron desapareciendo como unidades de producción conservando, en su mayoría, sus cascos.
Algunos de ellos se sometieron a un proceso de revitalización, restauración y revitalización para ofrecer un servicio de hospedaje de excelente calidad que permite al turista disfrutar de la belleza arquitectónica e historia que envuelve éstos lugares, sin perder la atención y calidad en el servicio que permita al huésped disfrutar de su estancia como en los mejores hoteles. Y, en todos ellos se puede disfrutar de una agradable estancia familiar, individual de placer o negocios o bien realizar eventos empresariales, bodas, XV años que serán garantía de éxito en éstos hoteles como los que a continuación se presentan:
La Hacienda San Antonio Atlacomulco, mejor conocido como Hotel Hacienda de Cortés ubicada en Jiutepec, Morelos; fue la hacienda azucarera más importante en 1642 en la Nueva España. Posteriormente, a mediados del siglo XIX el político Lucas Alamán la mando modernizar para que así, en la segunda mitad del siglo XX fuera parcialmente remodelada y convertida en este hotel de gran lujo donde se ofrecen también eventos desde una boda de ensueño donde a los novios se les puede ofrecer la noche de bodas en la suite nupcial, misma que cuenta con una gran historia. En éste hotel se cuenta con 54 habitaciones, su restaurante se encuentra enmarcado con sus bellos amates y platillos de alta cocina mexicana, cuenta con bar, alberca y servicios como salón de belleza, spa y gimnasio.
Por otro lado, encontramos la Hacienda Cocoyoc. Ésta hacienda está situada en la zona ocupada antiguamente por los Tlahuicas y, posteriormente, propiedad de Hernán Cortés. Y, finalmente, en 1957 Paulino Rivera Torres, compró los restos de la hacienda para convertirla en hotel. En su casco se alberga un acueducto y 68 hectáreas que alojan 286 habitaciones, dos campos de golf, tres albercas, spa, cuatro restaurantes y más de 25 salones, jardines, canchas de tenis, soccer y voleibol, pista de jogging, un bar y un snack bar.
Otra gran hacienda que corrió con la suerte de convertirse en hotel es Hacienda San Antonio el Puente, ubicado en el municipio de Xohitepec. Ésta hacienda llegó a contar con 3,700 hectáreas a principios del siglo XX. Durante los años sesenta del mismo siglo, fue convertido en el balneario Real del Puente y posteriormente fue comprada por un particular quien la hizo hotel para después pasar a manos de Grupo Posadas y hacerlo parte de la línea Fiesta Americana. Aquí se pueden encontrar siete hermosos jardines que pueden ser parte tu evento o bien para relajarse, 148 lujosas y románticas habitaciones, dos restaurantes con excelente gastronomía, un bar, spa, sala de juegos con mesas de billar, pingpong y futbolito, gimnasio, salas de juntas y hasta una biblioteca.
Fundada en 1529, la Hacienda San José Vista Hermosa perteneció a los descendientes de Cortés hasta 1621. En el siglo XIX llegó a ser una de las principales haciendas del sur del estado. En 1945 la hacienda fue adquirida por Fernando Martínez y Fernando González y en 1947 Hacienda Vista Hermosa se convirtió en una de las primeras haciendas morelenses en ser adoptada como hotel de lujo respetando el estilo arquitectónico original. En él podemos encontrar 107 habitaciones estilo colonial, un restaurante, un bar, albercas, canchas de tenis, jardines y patios, un lienzo charro, una mazmorra y un snack bar con una pequeña pista de boliche dentro de una bóveda de arco.
La Hacienda de Santa Cruz Vista Alegre de la familia Salinas, ofrece también servicios de hospedaje, alimentación y eventos sociales.
Este precioso casco, con exuberantes huertas, bellos jardines, albercas, funcionó como trapiche azucarero desde finales del siglo XVII, hasta la segunda década del siglo XX, cuando fue destruido durante la Revolución Mexicana, en su chacuaco se pueden observar horificios como testigos de balas.
Quedan vestigios de que las construcciones más antiguas, realizadas por los franciscanos y posteriormente por la Compañía de Jesús utilizando piedras labradas por los mexicas asentados en el centro ceremonial de Xochicalco, que se encuentra a 15 minutos de la hacienda.
La hacienda de Temixco, convertida hoy en día en balneario, prepara nuevas sorpresas en materia de hospedaje en sus espacios históricos, aún conserva en magníficas condiciones su capilla, chacuacos y maquinaria del molino de arroz de la segunda mitad del siglo XX.
En España, denominan agroturismo a las viejas fincas o casonas de labranza convertidas hoy en hospedaje y que al combinar actividades de turismo rural, forman parte de un producto turístico innovador que cada vez genera mayores ingresos al ámbito turístico, involucrando el cuidado al medio ambiente, la inclusión y el respeto a los usos, costumbres y tradiciones de la comunidades.
Éstas son algunas haciendas que lograrán envolver al turista en su ambiente histórico y podrá relajarse mientras aprende un poco más de la historia en nuestro bello estado de Morelos al mismo tiempo que disfruta de la gran calidad de los servicios de hospedaje y alimentación que éstos lugares ofrecen.
Sin duda, estas haciendas forman parte de la puesta en valor del patrimonio cultural y muestran una nueva forma de impulsar el hospedaje y los servicios de alimentación, ocio y recreación en espacios históricos de Morelos.
LAH. Haui Arriaga Latisnere
Profesora de la Escuela de Turismo UAEM.
Fotografías:
Adalberto Ríos Szalay.