Ante esta problemática, el turismo sustentable debe convertirse en una alternativa para promover la conservación de la naturaleza.
En particular, mediante el turismo de naturaleza se pueden realizar actividades recreativas para acercar a los turistas a los espacios naturales y a las expresiones culturales de las comunidades con el objetivo de concientizar sobre la importancia de la conservación. Una vertiente del turismo de naturaleza es el turismo de aventura, que consiste en que el turista realice actividades, en su mayoría desafiantes, en armonía con el ambiente, como senderismo, montañismo, espeleología, cañonismo, entre otros.
En el estado de Morelos aún tenemos muchos espacios naturales, que no son tan conocidos, en donde se pueden realizar recorridos a pie para disfrutar el contacto con la naturaleza, apreciar los paisajes, desestresarse de la vida en la ciudad y desafiar los propios límites. Uno de estos caminos de la naturaleza está al norte del estado, un sendero que comunica al enigmático pueblo de Amatlán de Quetzalcóatl con el pueblo de San José de los Laureles, cerca de Tlayacapan. Durante dos horas de recorrido entre cañadas y cerros se puede apreciar la transición entre el bosque y la selva baja caducifolia del Corredor Biológico Chichinautzin.
Otro camino de la naturaleza, también por el norte de nuestro estado, lo podemos disfrutar en el pueblo de Nepopualco, municipio de Totolapan. Ahí, además de caminar entre los colores y olores que ofrecen los bosques, es posible observar venados en la Unidad de Manejo para la Conservación de Vida Silvestre, contemplar desde los cerros bellos paisajes como los cultivos de nopal o la majestuosidad del volcán Popocatépetl.
Al sur del estado, en la Reserva de la Biósfera Sierra de Huautla, existen un sinfín de espacios naturales, con bellos pueblos inmersos, en donde se puede disfrutar de la vida. Uno de esos lugares es Real de Huautla. En este bello pueblo del municipio de Tlaquiltenango, los caminos de la naturaleza nos pueden llevar a maravillarnos con los colores de la vegetación típica de la selva baja caducifolia, las diversas formas de vida animal y distintos paisajes donde se aprecia la historia minera del pueblo.
Por otro lado, en el municipio de Tlaltizapán, entre los límites con los municipios de Emiliano Zapata y Xochitepec, existe un sitio ideal para la práctica del turismo de naturaleza: la Cueva del Salitre, un Refugio de Vida Silvestre que alberga grandes poblaciones de murciélagos de considerable importancia ecológica, ya que, entre sus múltiples funciones, son reguladores naturales de las plagas o permiten la polinización de distintas especies de plantas. Adentrarse en las tres cámaras de la cueva para observar las colonias de maternidad de los murciélagos o esperar la salida de estos al atardecer representa una experiencia única que solo en los caminos de la naturaleza podemos presenciar.
Así, nuestro estado posee enorme potencial que se puede aprovechar para el turismo de naturaleza, ya que, además, en el territorio morelense tenemos cinco Áreas Naturales Protegidas de carácter Federal y siete de carácter estatal en las que se encuentran diversas comunidades que podrían beneficiarse directamente por este tipo de turismo.
En estos tiempos de crisis económica derivado de la pandemia mundial, los caminos que la naturaleza nos regala podrán convertirse en una alternativa para reactivar a nuestro estado desde el turismo, siempre buscando el beneficio hacia las comunidades y la conservación de los recursos naturales.
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TEXTO Y FOTOGRAFÍAS:
MTRO. OMAR PANIAGUA SOTELO
MTRO. CARLOS A. OSORIO ALONSO
PLT FERNANDO RUIZ VÁZQUEZ
PROFESORES DE LA ESCUELA DE TURISMO UAEM