Estos inusitados tiempos que vive la humanidad, nos ha dado pauta para darnos cuenta de aquello que extrañamos, aquello que nos gusta, así como a donde queremos volver.
Diversión y esparcimiento han sido consideradas como necesidades básicas del ser humano; sin duda, salir, divertirte, interactuar, socializar, viajar es algo que prácticamente todos extrañamos y aún cuando la gran mayoría albergamos el deseo de viajar a las paradisiacas playas del país, aterrizando a nuestra realidad, nos percatamos que se echa de menos la cotidianidad, nuestro día en las escuelas, oficinas, cursos, gimnasios, cafecitos, pero, sobre todo, asistir, socializar y hasta ser vistos en los centros comerciales, un deseo casi unánime en los adolescentes que crecieron asistiendo a ellos y viviéndolos como parte de los espacios públicos de la ciudad.
¿Pero y cómo era Cuernavaca antes, cómo fue la llegada de los centros comerciales a nuestra ciudad?
¿Qué conexión tienen el Marik, el Centro las Plazas y Averanda? ¿Cómo llegaron a converger pasado y presente en nuestro territorio?
Lo primero a destacar es el hecho de los grandes cambios que ha experimentado la arquitectura de Cuernavaca, sobre todo de la mitad del siglo XX a la fecha, debido principalmente a la expansión comercial del centro de la ciudad, el uso de nuevas tecnologías y materiales de construcción contemporáneos de bajo costo, en contraposición con los materiales tradicionales de barro, madera, piedra y otros materiales regionales. Sin duda el rostro de Cuernavaca, su imagen urbana a lo largo del tiempo cambió, sus usos y destinos también.
Partiremos en este breve recuento histórico en el corazón mismo de la ciudad; “El Centro de Cuernavaca”. Hoy nos resultaría prácticamente impensable encontrarnos a una élite de artistas disfrutando de un café, gozando de sus vacaciones hospedados en pleno centro de Cuernavaca, pero en antaño fue así.
Durante los años treinta a los años sesenta, con el incremento del uso del automóvil y la cercanía a la capital del país, Cuernavaca vivía una época de gran esplendor; era realmente muy visitada, nuestra ciudad albergaba reconocidos hoteles como lo fue el hotel Marik Plaza, con su famoso bar El Dorado, construido con una arquitectura de estilo colonial ecléctico y materiales tradicionales, ubicado en lo que es actualmente el estacionamiento y centro comercial “Las Plazas”. En este icónico hotel que perteneció a Seymur L. Rubén, se llegaron a hospedar Paul Newman, María Félix, Pedro Infante, Jorge Negrete, Cantinflas y el famoso poeta Alfonso Reyes que en sus memorias escribió: ¡A Cuernavaca!, A Cuernavaca voy, dulce retiro…
Hoy gracias a los archivos fotográficos y la tecnología podemos apreciar y maravillarnos con imágenes del hotel Marik, que como puede apreciarse, era precioso y para algunos tal vez llegue a ser un descubrimiento, pues hoy ese espacio lo asociamos con una plaza comercial.
Definitivamente la naturaleza y la dinámica de los territorios es evolucionar, transformarse y cuando el aspecto comercial está de por medio, los cambios pueden ser aún más drásticos o destructivos en aras de una modernidad o de un beneficio, no pretendemos calificarlo, como positivo o no; solo mostrarlo como un hecho que ha transformado nuestra ciudad.
Así pues, el uso del automóvil y la influencia de la Ciudad de México también permitió que rápidamente se adoptaran esquemas de la gran ciudad, y es en el año 1969 que a la par de la capital del país, se inaugura el primer centro comercial, un modelo de negocio que, a la fecha continua vigente, pero en constante evolución.
Estos aires de modernidad borraron del mapa al hotel Marik y nos trajo la novedad de una Plaza Comercial. Nos referimos al Centro Comercial Las Plazas, sin duda uno de los íconos de la ciudad. Denominado así en razón a las plazas que le rodean: al frente se encuentra con la Plaza de Armas, Plaza Morelos y la Plaza Zapata, y a un costado limita con la Plaza del Quiosco del Jardín Juárez.
El arquitecto a cargo de ésta gran obra fue el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, autor del proyecto y obras emblemáticas en el país como El Estadio Azteca, la Basílica de la Virgen de Guadalupe y el Museo Nacional de Antropología e Historia entre muchos más.
Así que aún cuando pareciera que los centros comerciales son muy recientes y nos hablan de modernidad e innovación, y el centro comercial Averanda se ha promocionado como el primer centro comercial de uso mixto, la realidad es que Las Plazas, fue el primer espacio Comercial de uso mixto, es decir que cuenta con espacios tanto de tipo comercial como habitacional. Solo que en apego a la norma en aquel tiempo no se contaba aún con los instrumentos jurídicos y normativos que actualmente rigen la construcción de un inmueble de este tipo, pero ese es otro tema.
Una vez superada la pandemia y tengamos las condiciones de reencontrarnos con amigos y familiares, recorramos los espacios públicos y privados con que cuenta nuestra ciudad de Cuernavaca, las plazas y centros comerciales que también forman parte de la estructura urbana de la ciudad y parte importante de nuestra historia.
TEXTO Y FOTOGRAFÍAS:
NANCY IVONNE CASTAÑEDA BARRERA
Estudiante de la Maestría en Estudios Territoriales, Paisaje y Patrimonio.
Facultad de Arquitectura de la UAEM.
FOTOS ANTIGUAS Y POSTALES:
www.mexicoenfotos.com y archivo de Miguel Ángel Cuevas Olascoaga