Una fiesta patronal del pueblo de Acapantzingo, vinculada al ciclo agrícola
San Isidro Labrador es un santo que tiene sus orígenes en Madrid, España, en el siglo XI, según su biografía, fue beatificado en el siglo XVII, siendo nombrado santo de los agricultores en el siglo XX. Su celebración se lleva a cabo en España, pero también en países de Latinoamérica, como Nicaragua, Colombia, Argentina, Perú, México entre otros, y por lo regular su festividad es el día 15 de mayo, pudiendo variar dependiendo de la región donde se celebre. (EcuRed; s.f)
Es importante señalar que, si bien el Santo San Isidro Labrador fue concebido en España, su celebración en Latinoamérica se debe atribuir al contexto histórico de aculturación que se dio en el siglo XVI, la cosmovisión de los europeos traía consigo la religión católica, y consigo un calendario litúrgico, que como señalan Broda (2003, 2004), Felix Baez Jorge, y otros autores, se implantó para sustituir un calendario agrícola existente en Mesoamérica, que ya establecía la celebración de festividades y rituales dedicados a los dioses de las culturas originarias. En dicho proceso de sincretización se hizo una mezcla entre los rituales de las culturas originarias y la liturgia traída por los europeos, dando lugar a una reelaboración simbólica de las creencias, ritos, relaciones sociales, que hoy en día se expresan como la religiosidad popular con identidad propia de los pueblos que la practican.
En el Estado de Morelos, se celebra este santo en varios de sus municipios, en este caso lo vemos en el municipio de Cuernavaca, en el poblado de Acapantzingo, se celebra con gran júbilo al Santo San Isidro Labrador el día 15 de mayo. En dicha celebración participan feligreses, ejidatarios, gente de otros pueblos y ejidos, y parte del cuerpo eclesiástico, tanto de la iglesia de San Miguel Arcángel (ubicada en el pueblo de Acapantzingo), como de la capilla que ha sido construida en honor al Santo Patrono de los agricultores, misma que se ubica al interior del Ejido de Acapantzingo.
Esta fiesta patronal ha tenido muchas transformaciones en su proceso ritual a lo largo de los años que se lleva celebrando. Por ejemplo, en los últimos años, previo a la situación de pandemia que vivimos desde el año 2020, la festividad se llevaba a cabo con una misa en la iglesia de San Miguel Arcángel, donde el párroco oficiaba la misa por la mañana, y para ello, se reunían los participantes de la festividad, entre ellos los feligreses, ejidatarios, sus familias, gente del propio pueblo de Acapantzingo, y en los últimos años, la “gente de a caballo”, volviéndose muy popular la participación de este contingente, formando una “cabalgata” en honor a San Isidro Labrador.
Con datos de un participante de esta fiesta patronal, el cual ha formado parte del contingente de la gente “de a caballo”, me relata que, en los últimos años antes de la pandemia, se había popularizado mucho a nivel estado la fiesta de San Isidro Labrador, gracias a que los organizadores, entre ellos el Mayordomo, su Comité y el propio Comisariado ejidal de Acapantzingo, hacían la invitación muy extensa para que participara la población en general en la fiesta patronal. Me comenta que, se invitaba a gente de otros pueblos cercanos, como Chapultepec, Atlacomulco y Parres, así como de otros municipios conurbados como Jiutepec, Zapata, Temixco, Xochitepec, pero también de municipios más lejanos como el de Puente de Ixtla, que, a pesar de su lejanía, venían personas de lugares como Tehuixtla y Tilzapotla, todos con gusto y emoción a participar en la famosa “cabalgata” en honor a San Isidro Labrador. El contingente de la gente de a caballo creció al grado de llegar a unos 300 jinetes, entre hombres y mujeres, de todas las edades.
Continuando con la celebración, en el proceso de la misa que se oficiaba en la parroquia de San Miguel Arcángel, el párroco bendecía semillas que por lo regular las iban cargando niñas y niños que participan en la celebración, así también bendecía instrumentos de trabajo que se ocupan en el campo, como camionetas, tractores, palas, picos, azadones, etc., y en tiempos de años más atrás, se bendecía hasta una yunta con sus animales para arar la tierra. Reunida toda la gente que participaba en la celebración, y terminando la misa, comenzaba la cabalgata y la procesión de todos los que acompañan al Santo San Isidro Labrador que se dirigía a los ejidos de Acapantzingo, a la capilla levantada en su honor. Es importante resaltar que, a la fiesta patronal en los últimos años también se les unió, a la procesión y cabalgata, una comparsa de chínelos y una banda de viento que los acompaña tocando para el gusto y deleite de todos los participantes, la música de chínelos que tanto le gusta a la población Morelense.
Una vez que la procesión y la cabalgata cruzaban el pueblo de Acapantzingo y parte de los ejidos que llevan el mismo nombre, llegaban a la capilla de San Isidro Labrador, donde el párroco oficiaba otra misa por la llegada del Santo a su morada, y nuevamente bendecía las semillas, los instrumentos de trabajo, y hasta los jinetes y sus caballos, que habían acompañado al Santo en su procesión. Después de ello, se realizaba un ritual muy singular, que me comenta una persona oriunda del pueblo que, si bien tuvo a lo largo de los años cambios significativos, espera que no desaparezca, y que, las semillas, a un predio o parcela contigua a la capilla, que prestaba amablemente un ejidatario de esa comunidad creyente del Santo, donde previamente ya se había labrado una parte de la parcela, para que entonces llegaran simbólicamente las niñas y niños con sus familias y todos los que desearan participar, a esparcir las semillas en el campo, y con sus propias manos y pies, las cubrían de tierra, simbolizando el proceso de siembra, dando lugar al ritual agrícola.
Después de ese acto, se daba comienzo a la fiesta, una gran fiesta donde había música de viento, toros, juegos mecánicos, puestos de comida, y donde se generaba todo un ambiente de júbilo, alegría y convivencia entre todos los asistentes a la fiesta patronal. Al finalizar, ya para cuando el sol se había ocultado y la noche se hacía presente, se juntaba toda la gente en la capilla de San Isidro Labrador, donde los cueteros habían formado un castillo de más de dos pisos de altura, que era prendido para dar comienzo a la finalización del festejo del Santo patrono, llenando el cielo de fuegos artificiales para deleite de todos los presentes, y siendo al término de éste, el cierre de la festividad ese día 15 de mayo por la noche.
Es importante resaltar que, la fiesta patronal es una festividad muy arraigada en la población de Acapantzingo, y para poderla llevar a cabo, se elige un Mayordomo y su comité, quienes se encargaran de juntar el recurso económico mediante diversas actividades y con la donación de todos los pobladores que así lo deseen, tanto del pueblo como del ejido.
Ahora bien, en el año 2020, dicha celebración desafortunadamente fue cancelada por razón de la pandemia de SARS-COV-2. En este año 2021, el panorama puede ser distinto, ya que existe una vacuna para contrarrestar la epidemia, esperando que el proceso de su aplicación sea pronto, y esto permita al pueblo y su gente llevar a cabo esta gran fiesta patronal en honor a San Isidro Labrador, el próximo 15 de mayo, y que mejor que siendo en el Estado natal del Caudillo del Sur, Don Emiliano Zapata Salazar, donde la herencia campesina se lleva en la sangre.
César Abraham Suárez Domínguez
Estudiante de la Maestría en Estudios Territoriales, Paisaje y Patrimonio.
Facultad de Arquitectura de la UAEM.
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