Rodrigo Morales Vázquez †
La columna de Explora Morelos de este domingo es un homenaje póstumo a un luchador social, ambientalista, activista, trabajador incansable desde el centro de acopio y vendedor en el tianguis de Chamilpa, amante de la cultura, los paseos y el turismo, las fiestas tradicionales, las ferias de los pueblos y barrios de Cuernavaca, respetuoso de la biodiversidad de Morelos, gran fotógrafo, extraordinario padre y amigo, pero sobretodo un extraordinario ser humano, Rodrigo Morales Vázquez.
Rodrigo nació en el antiguo Hospital Civil de Cuernavaca (Hoy Centro Morelense de las Artes) en 1977, de ahí a su cuna que fue el pueblo de San Antón. No tuvo una infancia fácil y menos su adolescencia, sin embargo, Rodrigo supo superar sus problemas y anteponer su carácter para sobresalir de entre los jóvenes del barrio, antes de tocar fondo, gracias a la ayuda de familiares y amigos.
Salió de San Antón por problemas entre bandas y llegó a Acapantzingo para trabajar como ayudante de barnizador en una carpintería por varios años.
Un personaje importante en su vida fue el párroco de San Antón José Luis Alquicira, con quien participó en diversas actividades de la iglesia para organizar a los jóvenes y revertir hechos delictivos en la colonia. En el año 2003 gana las elecciones como ayudante municipal de San Antón gracias al apoyo de los jóvenes con quienes realizó diversas acciones para rescatar y limpiar las barrancas de Cuernavaca, su trabajo estuvo orientado mayormente al cuidado del medio ambiente y a la separación de los residuos sólidos desde casa.
Participó activamente en la lucha por la no intervención de la barranca de los Sauces y defendió la loma de la zona poniente de Cuernavaca para que no fuera utilizada como relleno sanitario: Loma de Mejía.
En los últimos años, desde el 2015, Rodrigo inició con una gran afición, la fotografía, el hecho de plasmar atardeceres, gente, velorios, paisajes, la luna, las fiestas tradicionales, las ferias, las danzas tradicionales, a sus amigos y colaboradores del centro de acopio, fue la forma de demostrar el amor hacia nuestros usos, costumbres y tradiciones, hacia nuestros pueblos y ciudades, hacia nuestros paisajes, hacia nuestra gente; siempre acompañado de sus hijas e hijo. Tal vez tuvo muchos maestros de fotografía, pero reconozco en su estilo y sensibilidad para la cámara, la influencia de Máximo Cerdio y Lázaro Sandoval.
Estoy seguro que lo conocí desde que yo vivía en San Antón, sin embargo, Dios o el destino nos juntó desde hace seis años para disfrutar de la fotografía, de las antigüedades, de los libros usados, de todas esas cosas “viejas” que para mucha gente es basura o simplemente ya no es útil. Trabajaba arduamente desde el centro de acopio apoyando a sus pepenadores, cargadores y colaboradores, siempre dispuesto a apoyar a los demás y los domingos estaba puntual en el tianguis de Chamilpa.
Nos apoyó con sus fotografías en el expediente técnico de las Fiestas Tradicionales de Morelos, nos compartió fotografías para este espacio en diversas publicaciones, quedaron pendientes muchas cosas por hacer, pero estoy cierto que varias de ellas aún se podrán realizar y que ahora mismo, estará tomando fotos a Morelos desde el cielo.
Su principal red social, el Facebook en la que interactuaba con todos sus amigos y conocidos, además de mostrar sus maravillosas fotografías, el mismo se definía como: No relaciones ni compromisos amorosos. ¡Sí amistad, convivencia, salidas, viajes y muchas fotos!
Descansa en paz carnal, gracias por brindarme tu amistad, nos volveremos a encontrar.
TEXTO:
GERARDO GAMA HERNÁNDEZ
PROFESOR Y DIRECTOR DE LA ESCUELA DE TURISMO UAEM
FOTOGRAFÍAS:
RODRIGO MORALES VÁZQUEZ †
ALGUNOS FRAGMENTOS FUERON TOMADOS DE LA ENTREVISTA REALIZADA A RODRIGO MORALES VÁZQUEZ POR LÁZARO SANDOVAL.
2015.