Resulta particularmente interesante la actividad turística en sitios con patrimonio minero o incluso, donde la actividad sigue en funcionamiento; por separado, ambos sectores contribuyen con poco más de 12% al Producto Interno Bruto, sin embargo su combinación ha resultado una condición interesante en algunos casos, como el Parque Minero de Almadén en España, donde se explotaba principalmente mercurio y ahora es reconocido en el catálogo de Patrimonio Mundial por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) o el Valle de Napa en el norte de California, Estados Unidos, donde extrajo oro hasta el año 2002, y hoy es famoso por la elaboración de vino de clase mundial.
En el caso mexicano, el valor histórico y patrimonial de la minería es reconocido desde la época prehispánica, cuando el oro y la plata fueron recursos suficientes para que los españoles establecieran una forma de organización política, judicial, fiscal y militar, asegurando precisamente la producción de metales.
Como consecuencia de dicha estrategia, surgen los Reales de Minas que estaban vinculados con la Corona Española, los cuales permitieron la creación de pueblos mineros en diferentes estados, entre los que destacan Guerrero, Zacatecas, Sonora, San Luis Potosí.
Hoy en día, en estos pueblos de tradición minera puede observarse la arquitectura de la época colonial a través de las haciendas donde se refinaba el mineral, o conventos donde se llevaban a cabo las actividades religiosas. Con estas características, es posible identificar algunos pueblos como Real del Monte en Hidalgo, Minas de Ópalo en Querétaro, Cósala en Sonora, Taxco y Santa Prisca en Guerrero, Álamos en Sonora, El Oro en Estado de México, Real de Catorce en San Luis Potosí, El Edén en Zacatecas, los cuales además cuentan con el registro de Pueblo Mágico.
Para el caso de Morelos se estableció el Real de minas de San Francisco de Huautla, el cual fue fundado en 1570 como consecuencia del descubrimiento de yacimientos minerales de la zona. Este no tuvo mayor relevancia a nivel nacional, pero sí a nivel regional; incluso su mayor producción se consiguió durante la época colonial entre los años 1770-1785 principalmente de plata. Debido a la complejidad de extraer los minerales y el vandalismo que existía en la época, se construyó la Hacienda de San Jacinto Ixtoluca en donde se refinaban los minerales. Tras la finalización de la época colonial y los acontecimientos de la independencia de México, la producción de minerales en Huautla disminuyó considerablemente, el saqueo y la destrucción de las minas provocó el abandono de la actividad e incluso de la Hacienda de Ixtoluca.
Pero para los años 50, la compañía “Exploradora de Minas S.A.” explotó cuatro minas en la zona y para 1992 la minera de Huautla cerró sus instalaciones dejando una economía débil en el poblado, que conservó su agricultura y ganadería como principales actividades, aunque en algunos casos, los pobladores extraen el oro de la zona de una forma artesanal, los cuales son mejor conocidos como “Gambusinos, buscadores de oro y esperanza”. No obstante, el 10 de julio de 1999 se decreta a la Sierra de Huautla como Área Natural Protegida, es decir, promoviendo la reserva de área de trópico seco más extensa del país con 59,310 hectáreas, incluyendo parte de Guerrero y Puebla.
Si bien el poblado de Huautla cuenta con una historia minera de casi tres siglos, así como una gran biodiversidad de ecosistemas existentes en la Sierra, sería importante implementar un programa de turismo minero sustentable que no solo integre políticas de conservación ambiental, sino el aprovechamiento mismo de dicho patrimonio, incluyendo el reconocimiento de la historia de la época colonial, y de su correspondiente arquitectura, así como las formas la extracción de plata y oro durante la etapa de la Nueva España e, incluso, el recorrido de los territorios donde se extraían los metales preciosos, dado que estos fueron durante mucho tiempo el soporte económico del país. Como se comenta antes, el turismo vinculado al sector minero tiene un potencial comprobado en muchos otros ejemplos, el cual es pertinente para el valor patrimonial de Huautla, siempre que se promueva bajo criterios de aprovechamiento y conservación, de registro y beneficio social, y particularmente para las zonas donde es indiscutiblemente necesario.
TEXTO:
JESÚS ANTONIO ESCOBAR SALAZAR
RAFAEL MONROY ORTIZ
PROFESORES INVESTIGADORES UAEM
FOTOGRAFÍAS:
FERNANDO RUIZ VÁZQUEZ