“Legado cultural de un conquistador”
El territorio que actualmente ocupa Cuernavaca se caracteriza por su historia, su ubicación, su clima, su topografía, su vegetación y su arquitectura, aspectos que le otorgan cualidades únicas. En este sentido, hablar de ciudad y traza urbana es entender que se trata de un palimpsesto que suma el pasado y presente de los hombres en un punto específico de la geografía. Al referirnos a un asentamiento mesoamericano colonizado, es necesario conocer los antecedentes de su fundación, así como; los procesos de transformación culturales, económicos, políticos, territoriales, militares y ecológicos que ha experimentado. Lo anterior, para tener una idea más precisa de su evolución en el tiempo, su importancia en nuestros días y acceder con ello a un futuro que garantice mejores condiciones de vida a sus habitantes, la preservación del medio ambiente y su historia.
Al tratar de interpretar el entramado de cualquier urbe, es indispensable saber que ésta se lee a través del plano, del cual se distinguen generalmente diversos tipos, entre los que destacan; rectangular, radio concéntrico e irregular (plato roto), mismos que, resultan de la percepción, y las condicionantes del entorno, así como de factores fisiográficos e históricos. En este sentido, cabe señalar que los pueblos originarios de Cuauhnáhuac vivían dispersos en las laderas de las barrancas y tenían una organización estacional, es decir; en época de lluvias realizaban sus actividades en las partes altas para el cultivo y de sus insumos, y en periodo de estiaje lo hacían en la parte baja de las barrancas, hasta la llegada de Hernán Cortés a la región, quien, después de someter a los nativos manda a edificar en 1526 un albergue temporal sobre un templo Tlahuica, después fue su casa, hasta llegar a lo que hoy conocemos como el “Palacio de Cortés”.
La importancia de dicho señalamiento es explicar el origen de la traza urbana de los conquistados superpuesta sobre la traza tlahuica, y es precisamente dicho palacio, el punto fundacional de lo que hoy conocemos como Centro Histórico de Cuernavaca. Este acontecimiento modificó la forma de ser y vivir de los pueblos originarios, generó una profunda reestructuración de los señoríos conquistados. Del mismo modo, marca la pauta del nacimiento y ocupación del sitio, a partir de tres elementos principales que dan composición a la morfología urbana de Cuernavaca: la Plaza de Armas (Plaza Pacheco), como superficie adosada al Palacio de Cortés; el Mercado Colón (tianguis tradicional); y la Plaza Santa Catarina (más tarde Jardín o Plaza de Maximiliano y, posteriormente, Plaza Juárez o Zócalo) –los primeros construidos en el siglo XVI, y el último en el siglo XIX–. También, se generó una primera calle que comunicaba el Palacio de Cortés y la Catedral, el primero fue asentado en la plaza de sus antecesores y construido con las piedras de las pirámides existentes, la ubicación del edificio de Catedral responde al asentamiento de los aposentos del señor feudal tlahuica que se presume, estaba en lo que hoy es el Cine Morelos.
El establecimiento de estos espacios arquitectónicos se sugiere como elementos transfiguradores de la traza original y son considerados atípicos, ya que, en diversas ciudades novohispanas, el cimiento de la estructuración urbana y crecimiento poblacional era la Plaza Mayor. Sin embargo, en el caso de nuestra Ciudad, dichos componentes fungieron como plazas que configuraron el origen y la expansión de la ciudad.
TEXTO:
MTRO. ADOLFO ENRIQUE SALDÍVAR CAZALES
PROFESOR Y DIRECTOR DE LA FACULTAD DE ARQUITECTURA UAEM
IMÁGENES:
ARCHIVO UAEM-AEC
FOTOGRAFÍAS AÉREAS:
ISRAEL CARRANZA BÁEZ