El 24 de diciembre el pueblo indígena de Santa Catarina, municipio de Tepoztlán, realiza la festividad de la Natividad del Niño Jesús, el cual se celebra de una manera muy especial, ya que están presentes los orígenes indígenas en esta población. Lo celebran con el Yelotlaxcalli, un pan de maíz azul, relleno de frijol rojo el cual es endulzado con miel de abeja. Ya que anteriormente se celebraba el nacimiento de Huitzilopochtli, después de la conquista espiritual surge un sincretismo entre las tradiciones antiguas y las católicas, el Yelotlaxcalli ya no es para Huitzilopochtli ahora se sigue elaborando, pero para la imagen del niño Jesús.
Esta fiesta ocurre el 24 de diciembre, pero los preparativos se llevan a cabo con varios meses de anticipación, ya que las mayordomías entrantes primeramente realizan una visita a la casa de las señoras tlaxcaleras, las guardianas de este platillo ritual, y a los encargados de la cocción del frijol, para invitarlos a que los apoyen en la elaboración del Yelotlaxcalli en la casa de cada mayordomo.
Tres domingos previos a esta fiesta, inician las recaudaciones conforme a la numeración de cada mayordomo. Los Huehuechihque, recaudadores y listeros están presentes, no sin antes llegar al altar y santiguarse ante las imágenes patronales, los caseros ofrecen un desayuno, para después recorrer las calles del pueblo para la recaudación de esta festividad. Una vez concluido el período de las recaudaciones, se hace la compra de los ingredientes: maíz azul criollo, frijol rojo (también conocido como sangre de toro) tequesquite, miel de abeja y otros elementos entre los que sobresalen: comales de barro, sopladores, chiquihuites, servilletas bordadas, etc.
El 23 de diciembre en la madrugada llega el encargado de la cocción del frijol acompañado con su esposa, llegan ante las imágenes a santiguarse, lanzan una salva de cohetes anunciando el inicio de las actividades de ese día, se inicia lavando el frijol por varias ocasiones, y una vez listo se vierten en las vaporeras con agua a punto de ebullición, después se añade el tequesquite. Mientras el señor atiza y mueve el frijol, su esposa cura los comales de barro con cal y nejayote, esto se realiza para que los tlaxcales no se peguen en el comal y tengan una excelente cocción.
Cuando el frijol está en su punto de cocción, se escurre y se extiende en los tablones para que se enfríe, posterior a ello se llevará al molino. En ese transcurso arriban las señoras Tlaxcaleras, van ante las imágenes patronales a persignarse, esperan la llegada del frijol molido, una vez listo se extiende en los tablones para ser amasado y después añadir la miel de abeja. Se toma una cazuela y se sahumerea con copal, se añade un poco de miel para evitar que se pegue nuestra mezcla, una vez terminado en la parte superior se le unta una capa de miel para evitar que se reseque. Es dejado cerca del altar, se sahumerea las cazuelas con el altar, en palabras de las señoras Tlaxcaleras: “esto se hace para que la virgen lo cuide y bendiga” por último se remoja el maíz azul criollo con agua, ya que no sufre ningún tipo de cocción. Y se lanza una salva de cohetes anunciando la finalización de las actividades de ese día.
El 24 de diciembre entre 4:00 y 5:00 de la madrugada, llegan las señoras Tlaxcaleras a la casa de los mayordomos para la elaboración del Yelotlaxcalli, algunas llevan flores y veladoras a las imágenes patronales, se santiguan ante ellas. Esto se hace para pedir que sea un buen día, que les den energía y no se cansen. Los varones escurren el maíz para ser llevado al molino, ya de regreso se distribuye la masa de maíz azul y la mezcla de frijol con miel, para dar inicio a la elaboración del Yelotlaxcalli. En el transcurso de la elaboración los familiares de los mayordomos ofrecen bebidas calientes y pan a los asistentes, se colocan unas mesas con mantel donde se extenderán y enfriarán los tlaxcales, los cuales serán sahumereados y los primeros en salir son ofrendados a las imágenes patronales.
Una vez concluidas las actividades se ofrece un almuerzo a los asistentes, y ya para culminar los mayordomos les obsequian de una docena a docena y media de tlaxcales a las señoras Tlaxcaleras, recaudadores, listeros, encargados de cocción de frijol y huehuechihque, como agradecimiento. Más tarde se elabora el café de olla el cual acompaña al Yelotlaxcalli.
Por la noche se lleva a cabo la misa de gallo, se hace un recorrido por el atrio con la imagen del niño Jesús siendo arrullado por los padrinos, acompañados por las velas y cánticos. Finaliza el acto litúrgico y se colocan las mesas donde ofrecerán los tlaxcales y el café de olla a los asistentes a esta festividad, para culminar hay una quema de toritos pirotécnicos en el atrio y lanzan una salva de cohetes anunciando la finalización de esta festividad. El cual enlaza lo culinario y lo religioso, y que solo santa Catarina, realiza de esta manera la celebración de la Natividad del Niño Jesús.
TEXTO:
NICOLÁS CARDONA GORDILLO.
CRONISTA DE SANTA CATARINA ZACATEPEC, TEPOZTLÁN, MORELOS.
FOTOGRAFÍAS:
NICOLÁS CARDONA G. Y JESÚS ZAVALETA CASTRO.