La Sierra de Huautla, la más extensa Área Natural Protegida (ANP) de nuestro estado de Morelos, y uno de los principales lugares para la conservación de la selva baja caducifolia o bosque tropical seco, no solo posee una amplia riqueza de especies, también nos regala extraordinarios paisajes que podemos apreciar desde los distintos caminos que conectan a las comunidades que viven en ella.
Uno de los aspectos más visibles que caracteriza a la selva baja caducifolia es la marcada estacionalidad que presenta. De junio a noviembre, el paisaje se pinta de verde, se dice que la selva cobra vida, y abundan los cantos de las aves. El contraste entre los cielos nublados y la vegetación desbordada en los caminos de tierra mojada invita a detenerse para admirar nuestra selva, y descubrir entre las hojas de los árboles y sus ramas la gran variedad de formas de vida que posee este ecosistema. Aparecen pequeños riachuelos, las barrancas se reabastecen y los ríos se anuncian salvajes entre los cerros.
Pero de diciembre a mayo, el paisaje cambia radicalmente, se dice que la selva parece muerta, los tonos verdes desaparecen y predomina el café de las ramas secas, carentes de hojas, solo se observan algunos troncos plateados, que se han adaptado a la escases del agua de esa temporada, uno que otro amate amarillo como bañado en oro, y enormes cactáceas que en conjunto le otorgan a la selva otro tipo de belleza única.
Durante este periodo de secas, en especial de octubre a diciembre, la selva entra en su momento de floración, el paisaje se llena del blanco de las flores del cazahuate y un sinfín de mariposas de múltiples colores adornan los caminos del bosque seco.
Esta marcada estacionalidad y cambios en la fisonomía del paisaje representan una oportunidad para el desarrollo de productos turísticos en la Reserva de la Biósfera Sierra de Huautla. Al ser una ANP, las comunidades que viven en esta hermosa sierra necesitan de alternativas para generar ingresos, una de ellas podría ser la observación de la fauna característica de la selva baja caducifolia. En ese sentido, en la Sierra de Huautla se encuentran alrededor de 325 especies de mariposas y 208 especies de aves, muchas de ellas son especies muy llamativas y buscadas para su observación y como blanco de safaris fotográficos. Otras potenciales actividades ecoturísticas que podrían desarrollarse son la fotografía del paisaje en sus distintas temporalidades, senderismo entre los desafiantes cerros o simplemente un viaje en carretera a través de toda la reserva resultan una inmejorable opción para aprovechar de manera sustentable los recursos que este ecosistema nos ofrece.
TEXTO:
OMAR PANIAGUA SOTELO.
PROFESOR DE LA ESCUELA DE TURISMO. UAEM.
FOTOGRAFÍAS:
ANA MACHORRO ONOFRE Y FERNANDO RUIZ VÁZQUEZ.
PROFESORES DE LA ESCUELA DE TURISMO.