Estaciones Pastor y Huichila
El trazo del ferrocarril que recorría el territorio morelense atravesaba por 26 estaciones que en su mayoría eran para pasajeros, estas son testigos de una etapa importante de la historia del estado, con ellas se propició el crecimiento económico y social regional en el periodo de industrialización que derivó en una transformación territorial.
En 1903 quedó terminado el ramal desde Cuautla a Atencingo, conectando así el oriente del Estado con la capital de la república. El intenso comercio que generó benefició principalmente a las haciendas por las que pasaba, afectando a la industria y el comercio locales en pequeña escala. El sistema de transportes que se había desarrollado en el estado hacia el año de 1933 se estructuraba básicamente en torno al trazo de la vía de los ferrocarriles Central e Interoceánico y de su ramal Cuautla-Puebla. Tales medios eran vitales para el movimiento de la producción agrícola, los productos forestales y para el movimiento de pasajeros hacia la Ciudad de México y otras entidades del centro del país. Las estaciones fungieron como el conector entre el ferrocarril, los poblados y ciudades, los sitios de producción agrícola y agroindustrial.
Sin ser prominentes monumentos, las estaciones ferroviarias son edificaciones cuya importancia radica en la significación cultural que han adquirido con el pasar de los años, de tal forma que las podemos entender como monumentos históricos en sí mismos.
Si bien el tren no marcha más por el estado las estaciones son parte de la historia de los morelenses que a lo largo de los años se ha ido tejiendo entre la memoria y el corazón. Estos inmuebles han sido testigos de sucesos importantes como en la revolución mexicana,
En el periodo de la revolución mexicana el ferrocarril fue muy relevante, pues pudo ser aprovechado tanto por el gobierno como por los insurrectos. Quien dominaba el ferrocarril tenía ventaja sobre su contraparte. Consecuentemente sufrió ataques y afectaciones importantes, principalmente en los puentes que son parte de la infraestructura férrea.
En la línea de los Reyes a Puente de Ixtla se encuentran las estaciones Huichila y Pastor entre el poblado de Atotonilco y Tetelilla. Estas pertenecieron a Ferrocarriles Nacionales división Puebla. Según el Parte de operaciones de Jesús Guajardo fue cerca de esta estación donde se encontró por primera vez con el general del Ejército Libertador del Sur, Emiliano Zapata Salazar.
“Día 9.- a la una de la mañana de este día y al frente de mi gente montada, armada y perfectamente municionada, dejamos la hacienda Chinameca, saliendo rumbo a la estación Huichila, estando en aquel lugar a las 7.a.m., dándole forraje a la caballada y recibiendo las últimas instrucciones para el ataque a Jonacatepec, tomando ese rumbo a las 9. y llegando a un kilómetro antes de dicha plaza a las doce 45. p.m., donde me esperaba la gente que de acuerdo conmigo llevaba el C. Capitán 1°. Salgado, del 66 Regimiento. Desde luego se procedió al ataque y toma de dicha plaza, combatiendo media hora, lugar en que perdimos dos individuos de tropa, que murieron en el combate que se liberó. A las 4 p.m. salí de Jonacatepec, encontrándome Emiliano Zapata por primera vez delante de la estación de Pastor, llevando éste un número aproximado de 600 hombres.”
Las antiguas estaciones del ferrocarril Huichila y Pastor pueden visitarse y son lugares para transportarse en el tiempo, pues son oportunidades para conocer el territorio geográfica, turística e históricamente.
TEXTO E IMÁGENES:
DRIDEN RAMÍREZ MARROQUÍN.
PROFESOR FACULTAD DE ARQUITECTURA UAEM.
Estación Huichila, Morelos. Año 2021. Autor: D.R.M.
Patios de la estación de Huichila. Fuente: El compadre Mendoza (Película cinematográfica). Director: Fernando de Fuentes. Año: 1933.