El trocadero y la avenida Paul Doumer quedan muy lejos de la calle Galeana, en Cuernavaca, la de la eterna primavera , en el estado de Morelos; -en donde durante gran parte de la filmación de la película francesa ¡VIVA MARÍA! habitó, en lo que ella llamaba “un palais mexicain” (un palacio mexicano), María la primera actriz Jeanne Moreau.
A cinco metros del zócalo, también a dos mil kilómetros de la Rue de la Pompe, donde había nacido, en el corazón de París, no muy lejos del bosque de Boulogne, vivía María, segunda actriz, Brigitte Bardot.
Cuernavaca, según Paris Match, es muy parecida a Saint Paul de Vence, en la Costa Azul francesa. “Construida también entre colinas -en un valle coronado a los lejos por el majestuoso Popocatépetl - azul la aurora, rojo el ocaso; 37,000 habitantes nativos del lugar, que son muy simpáticos- es un pueblo hospitalario. Sus habitantes de otras nacionalidades, principalmente anglosajones, han formado un jet set muy especial. Todos los días ofrecen recepciones de etiqueta- comidas al borde de una piscina y las flores de Cuernavaca- en sus jardines, famosos en el mundo entero.
A la cabeza del equipo VIVA MARÍA, esta un hombre de treinta años que acostumbra leer a Cervantes cuando toma el baño – el director Louis Malle-. Lo conocimos hace siete años, cuando vino por primera vez a México invitado a la Primera Reseña Mundial de los Festivales Cinematográficos, con su película Los Amantes, también con Jeanne Moreau como intérprete. Entonces estaba preocupado – o mas bien asustado, diría yo-; su película había sido criticada “ante un público de festival”, en Cannes (1,000 espectadores en el Palais du Festival) y se exhibiría en el Auditorio Municipal, convertido en sede del festival Mexicano (con un cupo de 14,000 espectadores), ante un público cinematográfico simplemente comercial, y de otro continente. El triunfo de Louis Malle esa noche fue inolvidable. Pero Louis Malle siempre trata de hacer cosas distintas. El año pasado, con su amigo Jean Claude Carriere, escribió una farsa épica -una historia que se remonta al año 1917-; una revolución que nunca existió, en un país imaginario de América Latina.
Óscar Dancingers, el productor, hacía muchos años que había sido productor mexicano y, con la crisis del cine nacional, emigró a Francia. Su idea siempre había sido traer una gran producción a México y lo logró. La idea de reunir a Brigitte Bardot y a Jeanne Moreau fue todo un éxito artístico, comercial y publicitario, para la película y para México.
Louis Malle las convenció; ellas, aunque parezca mentira, no se conocían entre sí y de pronto en ¡Viva María! Las dos en México.
Tumultos en el aeropuerto para recibirlas, en la conferencia de prensa, en el cine París durante la semana del cine francés, organizada por UniFrance y brillantemente realizada por Jean Sirol. El célebre actor Alain Delon se unió al grupo para esta celebración. Él también se enamoró de Cuernavaca y decidió convencer a la Metro Goldwyn Mayer de cambiar los planes de filmación de su próxima película Ready for the tiger, para quedarse en México; pero era demasiado tarde: compromisos previos le hicieron posponer sus planes.
Brigitte y la Moreau filman durante veinte semanas en Cuernavaca, Cuautla, [también fue filmada en Tepoztlán, Oaxtepec, Cocoyoc, Tlayacapan y Axochiapan], Texcoco, Poza Rica, México DF y Guanajuato. Aprende Brigitte canciones -aprende español-; en Brasil hizo lo mismo. Guanajuato fue la última etapa de ¡Viva María!. Todos los integrantes de la película se impresionaron de Guanajuato, esa magnífica joya colonial y de su gente.
“Las facilidades que nos dieron, pueblo y autoridades fueron extraordinarias -dijo el productor Óscar Dancingers-; nunca había yo recibido tanta ayuda de toda una población”.
A Jeanne Moreau no le gusta viajar y siente nostalgia (home sick) de Europa; pero pronto volverá a visitarnos. Brigitte, al bajar del avión en Nueva York, en el Kennedy International Airport, habló la prensa de su estancia en México, en términos que todos los mexicanos se lo agradecemos. Y en Orly, ya en casa, bajó del avión portando un mexicanísimo sombrero de palma y nos recordó con cariño: “En México conocí la hospitalidad y la amistad”.
La prensa mundial se ocupó de su estancia en nuestro país y ahora la película hará otro tanto, para invitar a usted, querido lector, a que venga a México, también, a visitarnos o a regresar otra vez.
TEXTO:
MIGUEL ALEMÁN VELASCO.
REVISTA MÉXICO.
REVISTA NACIONAL DE TURISMO. 1965.
FOTOGRAFÍAS Y TEXTO:
REVISTA MÉXICO.
REVISTA NACIONAL DE TURISMO. NO. 17. 1965.
ARCHIVO HISTÓRICO UAEM-AEC ADRIANA ESTRADA CAJIGAL