Desde que surgió la cinematografía, que es arte, entretenimiento, técnica e industria, rápidamente se empezaron a producir una gran cantidad de películas en muchos lugares del mundo.
El cinematógrafo, el gran invento de los hermanos Lumiére, se dio a conocer en una función en París el 16 de diciembre de 1895 y a continuación, dio inicio su repartición por muchos países. México fue una de las primeras naciones que recibió el invento. Entonces, Porfirio Díaz se convirtió en el primer actor en aparecer en las producciones fílmicas realizadas en nuestro país. En diciembre de 1897, es decir, apenas dos años después de la presentación en París de ese maravilloso invento, el presidente de México llegó a Cuernavaca a inaugurar la glorieta que lleva su nombre, en la Calzada Leandro Valle, e inauguró también la estación del malogrado tren con la ruta Ciudad de México-Acapulco, lo que quedó registrado en cine. Para el año 1911, también se estaba filmando la visita de Francisco I. Madero a la ciudad de Cuernavaca. Entonces la historia de la cinematografía en Morelos es muy antigua, acaso tanto como la de la llegada del cinematógrafo a México.
Como en todas partes en que se empezó a usar la cámara de cine, las primeras producciones fueron las llamadas “vistas”, como se les llamaba a esas primeras películas que no eran ficciones sino realidad; retrataban determinadas situaciones de la vida cotidiana para el gran asombro del público, que muchas veces quedaba tanto atónito como espantado. Se sabe que esas “vistas” se empezaron a hacer en México por Gabriel Veyre y después por Salvador Toscano.
Seis meses después de esa visita de Porfirio Díaz a Cuernavaca, según fuentes hemerográficas mencionadas por la investigadora Berenice Fragoso, el 29 de julio de 1898, ya se había dado una segunda presentación del cinematógrafo en esta ciudad, pero según refiere la citada autora, no se tienen datos de la primera función, al menos en los periódicos publicados en ese momento. La empresa que realizó tal presentación, probablemente, fue la llamada “Cinematógrafo Lumiére”. Más adelante ya se exhibía también en Cuernavaca, la película “El medallón de oro” sin que se tengan más datos refrentes a los detalles de esa exhibición, además de que se hizo con un aparato “Pathé Fréres”, en la casa de Bernabé L. De Elías, según se afirma, con base en las investigaciones del cronista Valentín López González. Podemos afirmar que en ese momento no se usaban teatros todavía, sino la casa de algún connotado ciudadano.
Pero lo que el público veía es historia aparte; lo que se filmaba ha dejado testimonio de cómo se veían muchos lugares del estado morelense. El film llamado “Viaje de Madero a Cuernavaca” del año 1911, fue realizado por los hermanos Alva, y trata de algunos momentos del recorrido de Francisco I. Madero en calles de la ciudad capital del estado. Y la filmación original se encuentra en el repositorio de la filmoteca de la UNAM. En 1920 José Manuel Ramos dirigió “El Zarco”, película basada en la novela de Ignacio Manuel Altamirano, acerca de la vida del líder de la banda de los plateados de Yautepec. En esa película participaron los actores Enrique Cantalaúva, Gilda Chávarri y, quien después se convertiría en uno de los más importantes directores de cine de tema histórico de México, Miguel Contreras Torres. Esa película se filmó en varias locaciones del estado de Morelos, principalmente en la ciudad de Yautepec.
Tres años después, algún cineasta anónimo grabó con su cámara de cine un viaje a Cuernavaca y tal película constituye un documento invaluable para tener una idea acerca de las calles, casas y hasta de los automóviles que transitaban por la ciudad de la eterna primavera.
Diez años después, Fernando de Fuentes filmó también en Yautepec “El tigre de Yautepec”, película basada en una investigación realizada con base en entrevistas a pobladores de ese municipio. También de ese año, 1933, en Cuernavaca, Miguel Contreras Torres filmó la muy importante película “Juárez y Maximiliano”, contribuyendo a la inauguración de uno de los géneros cinematográficos más notables en nuestro país, que es el histórico. Al siguiente año, Hilario Paullada hizo “Doña Malinche”, un drama interpretado por Jorge Vélez, Chelo Villaseñor y Gloria Iturbe. En 1934, el estadounidense Boris Mikon hizo “La isla maldita” en Cuernavaca, y con esta producción, vemos el inicio de las películas de acción, aventura y suspenso realizadas, no solo en Morelos, sino también en México; historia que se ha desarrollado desde ese entonces hasta el momento presente, en el que todos los géneros cinematográficos han tenido como locación los bellos paisajes del territorio morelense.
Existen muchas filmaciones de tipo “casero” realizadas por poseedores anónimos de cámaras de cine, en la década de los años veinte; algunas están resguardadas en archivos institucionales, otras en archivos privados; es tarea pendiente, buscar otras, rescatarlas y conservarlas, para tener una imagen del Morelos que se ha ido, y de lo mucho que todavía preservados de él, a pesar del tiempo.
TEXTO:
MARÍA TERESA GODÍNEZ RAMÍREZ
ESTUDIANTE DEL DOCTORADO EN ARQUITECTURA Y URBANISMO
FACULTAD DE ARQUITECTURA DE LA UAEM
FOTOGRAFÍAS:
TOMADAS DE LA WEB 2023