Cuando se habla del turismo en Morelos es inevitable no pensar en la diversidad de opciones con las que se cuenta para visitar. Si eres alguien que disfruta de nadar y refrescarse un rato, seguramente ya habrás asistido a algún balneario natural o parque acuático como Los Amates, Agua Hedionda, Santa Isabel, Las Huertas, Los Manantiales, Agua Limpia, Apotla, Las Estacas, Las Palmas, Las Termas, el Lago de Tequesquitengo, entre muchos otros.
Si te gustan las áreas naturales y observar el paisaje, realizar caminatas o senderismo, observación de aves, andar en bici o la fotografía, sabrás que el estado cuenta varias opciones. Entre ellas: la Reserva de la Biosfera Sierra de Huautla; los Parques Nacionales Lagunas de Zempoala, El Tepozteco, Iztaccíhuatl-Popocatépetl y el Corredor Biológico Chichinautzin; las Reservas Estatales Sierra Monte Negro, Las Estacas y El Texcal; las Zonas Sujetas a Conservación Ecológica Los Sabinos, Santa Rosa y San Cristóbal; el Parque Estatal Urbano Barranca de Chapultepec y el Parque Estatal El Cerro de la Tortuga.
Qué tal si hablamos de descubrir ese encanto y características únicas que ofrecen los pueblos con Historia y Tradición de Totolapan, Zacualpan de Amilpas, Atlatlahucan, Tlaltizapán y Yecapixtla o los Pueblos mágicos de Xochitepec, Tepoztlán, Tlaltizapán y Tlayacapan. En ellos es posible constatar la calidez y hospitalidad de sus pobladores, degustar de platillos típicos y deliciosos, ser parte de sus festividades, conocer sus costumbres y adquirir las artesanías que ofrecen.
Tal vez prefieres conocer la riqueza histórica y arquitectónica que muestran las Haciendas de Cortés, de Temixco, de Coahuixtla y de Tenango; San Antonio El Puente, Santa Cruz Vista Alegre, San José Vista Hermosa y Cocoyoc, sólo por mencionar algunas. Así como los conventos ubicados en los municipios de Atlatlahucan, Cuernavaca, Cuautla, Jojutla, Oaxtepec, Ocuituco, Tetela del Volcán, Tepoztlán, Totolapan, Tlaltizapán, Tlayacapan, Tlaquiltenango, Tlalnepantla, Yecapixtla y Zacualpan de Amilpas. Y qué decir de los museos de arte popular, indígena, prehispánico y contemporáneo; así como aquellos que muestran las tradiciones, ciencia y documentación histórica.
Pero ¿Cuidar el planeta desde el turismo? ¿Eso posible? Cómo podemos darnos cuenta el sector turístico morelense ofrece una vasta cantidad de opciones para diferentes gustos, edades, actividades y espacios. Viajar a lo largo de la entidad brinda la posibilidad de salir de la rutina, liberarnos del estrés, y convivir con amigos y familiares. Aunado a esto, procura el bienestar de las personas desde el ocio y el esparcimiento; sin embargo, se debe tener presente que juega un papel sumamente relevante en el cuidado del planeta cuando se cuenta con un abordaje integral, es decir; tomando en cuenta los recursos naturales, las poblaciones involucradas, su cultura e historia y los ingresos económicos.
Es sumamente necesario ser responsables al momento de planear y desarrollar los proyectos, además de llevarlos a la práctica de manera adecuada y sustentable, ser evaluados de forma continua y realizar las mejoras requeridas. Por ejemplo, si consideramos los balnearios naturales o parques acuáticos antes mencionados, es prioritario trabajar en acciones que permitan el cuidado, uso adecuado y abastecimiento del agua. Mientras que al hablar de las áreas naturales se requiere hacer énfasis en la protección y conservación de los ecosistemas. Como dice la frase de Taleb Rifai: “Cuando conectamos la educación con el turismo, estamos uniendo dos fuerzas que pueden hacer de este mundo, un lugar mejor”. Sólo así será posible construir y disfrutar de un sector turístico morelense cuyas acciones apoyen en el cuidado del planeta.
TEXTO: PAMELA ZÚÑIGA BELLO
PROFESORA DE LA ESCUELA DE TURISMO UAEM
FOTOGRAFÍAS: FERNANDO RUIZ