El próximo 22 de marzo se conmemora el día mundial del agua, una fecha que nos invita a reflexionar en el uso que como sociedad hacemos de este recurso vital. Actualmente, existe una seria preocupación, en algunos sectores de la sociedad, por el hecho de que cada año aumenta la escasez de agua, esto principalmente debido a la alta demanda del líquido vital y a la mala planeación para su correcto manejo, lo que nos ha llevado a vivir en un constante estrés hídrico.
Hasta hace unas décadas, nuestro estado de Morelos se caracterizaba por ser rico en los recursos hídricos, pues existían lagos, ríos, mantos acuíferos, barrancas y bosques que permitían mantener el acceso garantizado al agua, lo cual, además, representaba un potencial atractivo para los visitantes y turistas. Ahora, muchos de estos recursos se han perdido o contaminado. Como ejemplo, las Lagunas de Zempoala, este hermoso Parque Nacional que tenemos, antes contaba con siete lagos, de los cuales solo quedan tres, con el riesgo latente de desaparecer. También, por Cuernavaca corría el agua limpia a través de sus barrancas, como la de San Antón, pero ahora, todas ellas representan un problema de salud debido a su alto grado de contaminación. Incluso algunas presas, que antes atraían a turistas y servían para pescar y comer en familia, ahora están secas, contaminadas o llenas de plagas acuáticas.
Estos problemas hídricos con los que vivimos en la actualidad, pueden llevarnos a una desestabilización social a nivel local, nacional e internacional, es por ello que la ONU ha propuesto para este día mundial del agua el lema de “Agua para la paz”, buscando la suma de todos para garantizar el derecho al acceso del agua para la generación actual y futura.
En ese sentido, el turismo puede y debe funcionar como un sector integrador, que promueva la conservación del agua a través de la contemplación, de la educación ambiental, de las actividades que tengan un impacto favorable con el ambiente, de la reflexión y del trabajo en conjunto con las comunidades, con el sector público y el privado.
Teniendo esto en mente, la Escuela de Turismo de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, a través de sus profesores y estudiantes, están generando proyectos en distintas áreas naturales que permitan la recuperación y conservación de los recursos hídricos. La tarea no es sencilla, pero el tiempo se agota, al igual que el agua, de no detener el problema hídrico, en un futuro próximo se realizarán viajes para observar los lugares que alguna vez tuvieron este recurso vital.
TEXTO: OMAR PANIAGUA SOTELO | PROFESOR DE LA ESCUELA DE TURISMO UAEM
FOTOGRAFÍAS: FERNANDO RUIZ