Algunos sueños simples son la réplica exacta de un estímulo físico como cuando tenemos sed y soñamos con un oasis en el desierto o el resultado de una etapa de estrés que estemos pasando. Sin embargo, otros sueños no son tan fáciles de conectar con el mundo real, ellos simplemente no tienen sentido.
El concepto de los sueños se hace aún más interesante, cuando nos percatamos de que la gente en todo el mundo, tiene sueños similares, tal es el caso cuando soñamos que caemos al vacío. Estas son algunas explicaciones científicas.
Ocurre durante las primeras fases del sueño
Cuando observamos las veces que se manifiestan este tipo de sueños, podemos darnos cuenta que tienden a ocurrir justo después de quedarnos dormidos. La Unidad de Sueño del Hospital de Madrid en España, que investiga este tipo de fenómenos, manifiesta que esto se debe a una pequeña descompensación entre el sistema vascular presente en nuestros oídos y el sistema de cinestésica.
El cuerpo aún no se ha adaptado a nuestra posición horizontal, por lo que hay un pequeño error de juicio que nos obliga a despertar de repente con la sensación clara de que estamos cayendo.
El factor del estrés
También debemos tratar de hacer una conexión entre nuestro estado emocional cada vez que experimentamos este fenómeno. Cuando cargamos nuestro cerebro de una gran actividad, el cortisol acelera nuestras funciones básicas, aumenta la ansiedad y las ondas cerebrales llegan a su máximo límite. Sin embargo, cuando dormimos, nuestro cuerpo se relaja, pero nuestro cerebro sigue activo. Aquí surge una nueva descompensación que causa una sensación de caída repentina y luego de unos instantes, nos obliga a despertar aceleradamente.
El fenómeno de la parálisis del sueño
Esto sucede cuando, de repente, somos conscientes de que estamos sufriendo una pesadilla, pero no podemos despertar. La sensación es muy fuerte e intensa, incluso aterradora, porque todo parece muy real. Cuando soñamos que caemos en el vacío, se convierte en una experiencia desagradable que también nos obliga a querer despertar antes de sentir el dolor de la caída.
Para concluir, también hay que hablar de la versión que se deriva de la etología, que cree que esto es debido a un instinto heredado, desde la época en que nuestros antepasados homínidos dormían en los árboles y se vieron obligados a despertar con un sobresalto para no caer. ¿Curioso, no?
Vía: Tekcrispy