Estos 6 hermanos decidieron un buen día dejarse crecer el pelo tanto como fuera posible para ayudar de algún modo a todos los niños que padecen cáncer infantil. Lo que no sabían es que su buena obra llevaría implícito el rechazo y las burlas de otros niños que, al parecer, han aprendido de sus padres y de su entorno que los niños no deberían llevar el pelo largo, y que si lo llevan, te puedes reír de ellos.
La historia de los hermanos Kannisto
Según leemos en BoredPanda, Phoebe Kannisto es la madre de siete preciosos hijos (seis niños y una niña), que un buen día decidieron emprender una bonita acción: ayudar a los niños con cáncer.
Lo increíble del tema es la determinación de los niños, porque es un acto muy loable, pero es algo que se hace a muy largo plazo. Esto no es como decirle a un niño que va a hacer algo por los demás un rato, y luego ya está; sino un gesto para el que hace falta mucho tiempo de preparación (el tiempo necesario para que el pelo crezca).
Ellos son André, de 10 años; sus hermanos gemelos Silas y Emerson, de 8 años; y los trillizos de 5 años Herbie, Reed y Dexter. La hija, Marah, que tiene 2 años, no pudo formar parte de la iniciativa porque aún no le había crecido demasiado el pelo.
El día que culminaron su buena acción
El pasado lunes, la familia al completo fue a la peluquería para, por fin, conseguir lo que llevaban tanto tiempo esperando. Las peluqueras se emocionaron tanto al conocer la razón que decidieron no cobrarles nada, a pesar de que estuvieron un buen rato con ellos.
El pelo conseguido fue entregado a Children With Hair Loss, una asociación sin ánimo de lucro que se encarga de tramitar las donaciones y la posterior entrega en forma de prótesis para los niños afectados de cáncer.
Los meses y años de burlas
En contraposición a esta bonita historia, debemos poner a todos los niños y a todas las personas que tuvieron la mala educación de dirigirse a ellos para tratar de ridiculizarles o hacerles saber, sin que ellos lo hubieran pedido, que debían cortarse el pelo porque parecían niñas. Teniendo en cuenta que alguno de ellos estuvo hasta 5 años para lograr su larga cabellera, podéis imaginar todas las opiniones y comentarios malintencionados que recibieron.
Sin embargo, como digo, tenían tan claro lo que querían hacer, su objetivo, y era tal su determinación, que aprendieron a pasar de las críticas.
De hecho, su orgullosa madre explicó al HuffPost que ya están haciendo cálculos y predicciones para saber cuándo podrán donar su pelo de nuevo.
Un triple aprendizaje
¿Y qué se llevan estos seis hermanos? Un triple aprendizaje, sin duda. El premio de sentirte bien después de hacer algo por los demás, la satisfacción de haber sido capaces de esperar tanto tiempo y la capacidad de mantener su decisión por encima de las burlas ajenas.
No me extraña que su madre esté orgullosa. Un simple gesto les ha ayudado a todos a crecer muchísimo como personas. | Bebés y más