¿Si supieras que tu pareja será infiel, pondrías fin a tu relación o harías algo para evitarlo?
La mayoría de señales de que algo está caducando resultan evidentes: los zapatos se deforman y poco a poco pierden su color natural, los teléfonos celulares se ralentizan y cierran las apps inesperadamente, mientras los lentes se rayan hasta que resulta imposible ver con claridad, pero…
¿Qué con las relaciones de pareja?
Si bien es posible sospechar del momento en que una relación se va al carajo, nadie tiene un manual para saber en qué momento su pareja será infiel, sobre todo cuando las señales no son evidentes y con la astucia suficiente pueden ocultarse durante meses, tal vez años.
¿Si supieras que tu pareja será infiel, pondrías fin a tu relación o harías algo para evitarlo?
En busca de las señales que caracterizan a una persona antes de ser infiel, un grupo de investigadores de la Universidad Estatal de Florida siguieron de cerca a más de 400 parejas de recién casados durante tres años y medio, documentando detalles sobre sus relaciones, como qué tan satisfechos estaban con su matrimonio, si sentían que tenían un compromiso a largo plazo, si habían sido infieles y sobre todo, si aún se mantenían juntos.
El equipo basó su investigación en dos señales que consideran podrían ser la clave para descubrir si alguien será infiel: el desvío de atención (Attentional Disengagement) y la devaluación de una potencial pareja (Evaluative Devaluation of Potential Romantic Partners).
Mientras el primer término explica la habilidad de un miembro de una pareja para desviar su atención de una persona que podría considerar una opción romántica, el segundo se refiere a la forma en que un individuo dentro de una relación degrada lo atractiva que resulta otra persona, sobre todo si es especialmente guapa.
Estas actitudes se evaluaron con parejas a través de encuestas y la demostración de fotografías de personas muy atractivas. Después de medir el tiempo que tardaban en desviar su vista, compararon los datos con la información que tenían sobre su relación y descubrieron una tendencia: los individuos que desviaban su vista primero eran al menos 50 % menos propensas a tener sexo fuera de su matrimonio.
«La tendencia a devaluar o subestimar el atractivo de un potencial compañero romántico también disminuyó el riesgo de infidelidad y aumentó la probabilidad de mantener una relación. Las personas fieles suelen evaluar a sus ‘alternativas románticas’ con mayor negatividad que los infieles».
La correlación resulta evidente: las personas que practican el desvío de atención hacia alguien que consideran atractivo son menos propensas a ser infieles, mientras quienes tienen mayores posibilidades de cometer una infidelidad.
«Ambas reacciones —tanto el desvío de atención como la devaluación de una potencial pareja— minimizan el riesgo de infidelidad y por lo tanto, funcionan como predictores de una relación con altas probabilidad de éxito».
La calidad del sexo, edad y el nivel de atracción
Una de las conclusiones más inesperadas del estudio fue la relación entre la calidad del sexo dentro de la relación y la propensión a ser infiel. Contrario a la creencia popular, las personas que se sienten más satisfechas sexualmente tienden a buscar sexo más allá de su pareja con más frecuencia. Según los autores, es probable que los sentimientos positivos cerca del sexo como la confianza motiven a algunas personas a buscar más encuentros sexuales.
Con respecto a la percepción de su atractivo respecto a la infidelidad, el resultado es distinto dependiendo del sexo: mientras que las mujeres que se consideran a sí mismas menos atractivas tienen más posibilidades de tener un affaire, los hombres que se definen poco agraciados tienen las probabilidades más bajas.
Más reveladora resulta la tendencia cuando se trata de calificar qué tan atractivas son sus parejas: mientras las mujeres que consideran a su pareja “poco atractiva” no suelen cometer infidelidades, los hombres que encuentran a su pareja lejos de los cánones de belleza tienen una alta probabilidad de traicionar su relación.