Conocer cuáles son los cuatro tipos de autoestima podría ayudarte a alcanzar la paz y la felicidad.
Aunque todo mundo habla de autoestima, pocos saben qué elementos la constituyen y cómo se consigue mejorar nuestra autoestima y amor propio. La autoestima tiene tres componentes: cognitivo, afectivo y conductual. Cada uno de ellos se mezcla con nuestra personalidad y crea un sinfín de actitudes y acciones que nos dejan al descubierto cuando tenemos una autestima alta o baja. Pero no sólo eso, la autoestima además se divide en ciertos tipos; conocer cuáles son los cuatro tipos de autoestima podría ayudarte a alcanzar la paz y la felicidad.
Si crees que quererte a ti mismo y conseguir la estabilidad emocional que trae consigo la autoestima es algo imposible, tal vez conociendo en qué consiste y cuáles son los cuatro tipos de autoestima entenderás que no es un camino fácil. Requiere esfuerzos, autoexploración, honestidad y constancia; pero tampoco es imposible. ¿Estás listo para aprender a quererte como te mereces? A continuación, te compartimos cuáles son los cuatro tipos de autoestima y por qué es importante balancearlos.
1. Física
La parte física de nuestra autoestima es la encargada del cuidado de nuestro cuerpo; es decir, el aspecto que tenemos. Esto es para preservarnos y realzar nuestras capacidades de trabajo, para poder adaptarnos a un grupo social y disfrutarlo. Para elevar nuestra autoestima física debemos ignorar todos los mensajes negativos que vemos en la socidedad y empezar por aceptar nuestro cuerpo físico, es la única manera en la que podemos estar equilibrados.
2. Social
Esta cara se encarga de las relaciones que tenemos con las personas, desde amigos hasta desconocidos; se encarga del liderazgo interpersonal para encargarte de proyectos en equipo. Asimismo, nos ayuda a mejorar las habilidades humanas, como la cooperación y la empatía. La confianza en nosotros mismos, en lo que somos por dentro y la fuerza que tenemos, nos ayudan a elevar esta cara social de nuestra autoestima.
3. Mental
La cara mental desarrolla las habilidades intelectuales; es decir, nos ayuda al aprendizaje y a la comprensión de las acciones que suceden a nuestro alrededor y dentro de nosotros. Gracias a ella podemos tener claridad y exactitud. La exploración y adquisición de nuevos conocimientos, llenarnos de información y ampliar nuestros saberes y creencias nos ayudará a elevar la autoestima mental.
4. Espiritual
La cara espiritual es la encargada de producir un liderazgo dentro de nosotros para regir nuestra propia vida. Nos ayuda a profundizar el compromiso con nuestro sistema de creencias y valores. Es la encargada de darnos inspiración y evolución. Elevar la cara espiritual de la autoestima supone amarnos desde nuestros corazones, amar al prójimo y entender la vida. Aceptar y agradecer todo lo que ocurre a nuestro alrededor.
Tener una buena autoestima no se trata de alimentar nuestro ego, sino de vivir en armonía y felicidad con nosotros mismos y los que nos rodean. La autoestima puede detener y destruir muchos aspectos de nuestras vidas, nos puede llevar a la depresión y hasta la muerte. Detenerte un instante y valorar todo lo que te rodea, desde tu cuerpo hasta la vida misma, te ayudará a mantener un equilibrio espiritual. Dejar de lado los mensajes que nos envía la sociedad por medio de las redes sociales y la publicidad, aprender a sentir empatía y compasión por los demas, valorar tu cuerpo y sentir amor por ti es la clave para tener una autoestima alta.
Vía: CC