El pasado 20 de enero el actor anunció que volvería a probar las mieles del matrimonio, pero esta vez con la actriz de origen ruso, Irina Baeva. Al respecto, muchos padres empáticos que atraviesan la misma situación se han cuestionado al respecto de qué sienten los hijos cuando su papá se vuelve a casar.
La psicología tiene muchas y variadas opiniones, especialmente cuando se trata el tema de las emociones o experiencias de los pequeños que atraviesan el divorcio de los padres y posteriormente viven la integración de un nuevo personaje a su rol familiar.
El caso de Gabriel Soto y su familia es especial en varios sentidos; uno de ellos es que todo el proceso de separación con Geraldine Bazán ocurrió bajo el escrutinio público.
Sin embargo, en el caso de las “personas de a pie” atravesar esta experiencia con sus pequeños puede tener tintes distintos; aunque no por eso dejará de afectar al respecto de lo que sienten los hijos cuando su papá se vuelve a casar. De acuerdo con los expertos, los niños pueden experimentar diversas alteraciones cuando saben que una nueva persona se integrará.
El primero paso… el divorcio
De acuerdo con la Fundación Educo, los menores que pasan por un divorcio experimentan repercusiones comunes de acuerdo con su edad; en algunos casos replicarán la emoción del progenitor con el que viven, también pasan por retrocesos en la evolución de su desarrollo; los niños de 4 y 7 años se pueden volver rencorosos y manipuladores.
Cuando se trata de niños de 8 a 12 años puede presentarse apatía, estrés, rebeldía, problemas de autoestima, bajo desempeño académico o incluso depresión. En los adolescentes se repite este patrón y se suman las conductas de riesgo, también suelen encerrarse en sus emociones.
Cabe mencionar que una vez que los niños logran superar el divorcio o que son apoyados por medio de atención especializada, existe la posibilidad de que vuelvan a experimentar otro tipo de problemáticas al vivir la integración de una nueva mujer a su vida.
Esto dicen los expertos sobre cómo se sienten los hijos cuando su papá se vuelve a casar
Una investigación de la American Academy of Pediatrics destaca que los pequeños que deben adaptarse a una madrastra o padrastro tienen numerosas dificultades para poder integrarse a este nuevo rol familiar. Es importante contemplar lo que el comportamiento o acciones de los hijos puede indicar sobre esta decisión futura para ser más empáticos y respetuosos.
El sentimiento de nostalgia o añoranza se puede hacer presente ya que los hijos recuerdan el viejo rol que existía en la familia, pueden llegar al entendido de que no habrá una reconciliación y esto les traerá una sensación de tristeza. Otra disyuntiva que se presenta en los pequeños es el cuestionamiento al respecto del lugar al que pertenecen pues a pesar de la convivencia, deben adaptarse a la nueva estructura familiar.
Al ser niños en crecimiento es posible que tengan problemas para mostrar afecto a la nueva pareja, porque puede que consideren que si son cariñosos con esta nueva persona, le están faltando al respeto a su padre o madre, ya que podrían asumir su figura como una especie de “sustituto”.
Si deseas que exista un vínculo mucho más saludable entre tus hijos y la nueva persona que se integra es fundamental que antes se solucionen los problemas que se tuvieron con la pareja previa. De esta manera no existirán rencillas o rencores engrandecidos.
¿Cómo tranquilizar a los hijos que pasan por esta situación?
Los padres deben hacer un trabajo de reafirmación en el que le expresen continuamente a sus hijos que “nadie reemplazará a su padre o madre”. La frase “tu madrastra no es tu mamá” o “tu padrastro no es tu papá” les ayudará a asumir de mejor manera la integración de la nueva pareja.
Incluso cuando se asume que se tiene todo bajo control, es importante que se recurra a la ayuda de un especialista en psicología infantil para que se les oriente de forma saludable con respecto a la nueva pareja.