La infidelidad es de las razones más fuertes por las que una pareja termina, pero muchas veces toda la culpa de esta separación se va en contra de la amante por meterse con un hombre casado o comprometido, pero es importante que pienses bien en todo el panorama, la culpa no es del tercero, nadie se mete en una relación si no la dejan entrar.
Si bien es la amante la que siempre queda como la mala del cuento y se le agregan varios adjetivos calificativos de desprecio y de desprestigio, la culpa no es del tercero, nadie se mete en una relación si no la dejan entrar, si a ella no se le hubiera dado entrada para seguirle el juego, nada de todo el lío que se formó hubiera pasado, donde se establecen límites y hay respeto, no hay lugar para los malos actos.
Una de las situaciones más difíciles que enfrenta una pareja, es el engaño, la deslealtad, la infidelidad, incluso es una de las cosas que muchos deciden no perdonar, porque ahí se pierde toda la confianza y ese amor que existía se convierte en desprecio, pero todo ese coraje se va con mayor fuerza hacia la tercera en discordia, ya que se piensa que ella vino a destruir todo a su paso.
La infidelidad es una de las causas más fuertes por las que una relación termina, algunos no están dispuestos a continuar la relación cuando han descubierto que la persona que les juraba amor los ha engañado con alguien más, eso es una deslealtad tan fuerte que todo acaba en una ruptura dolorosa en la que la desconfianza se instala de planta.
Pero cuando se descubre la infidelidad, en la mayoría de los casos, todo la culpa se va con la tercera en discordia, en este caso la amante, ella es la que se lleva la peor parte de la historia, ya que de "buscona" y algo más no se le baja, mientras que el hombre queda como la víctima de la cual se aprovecharon de su momento de debilidad y se justifica diciendo que no sabía lo que hacía.
"Ella me buscó", "se me insinuó", "yo no quería, pero me insistió", estas y otras frases son las que él puede utilizar para argumentar su inocencia en algo en donde realmente no ha sabido comportarse, porque aunque sí la amante tiene mucho de culpa al haberse dejado llevar e involucrarse con un hombre que ya tenía una relación formal de por medio, él también tiene que aceptar su error.
No puede hacerse la víctima cuando también es parte del problema, porque él sabiendo que tenía una pareja a quien serle fiel, decidió olvidarse de eso y darle entrada a otra mujer que desde el principio debió de ponerle límites, decidió dejar de lado el amor, el respeto y la lealtad a su novia o esposa y comenzar una aventura, estaba muy consciente de lo que estaba haciendo.
"Es que tú ya no me ponías atención", "me sentía muy solo", aparte de abrirle las puertas a la amante para comenzar una relación a escondidas, también muchas veces intentan poner a la pareja como la culpable de su infidelidad, por no ponerles atención, por no valorarlos y otras tantas excusas que saldrán de su cabeza.
Pero cuando sucede una infidelidad, no solo la del problema es la amante, también es de la pareja; la amante tiene mucha culpa por aceptar salir con alguien que tiene un compromiso y hasta familia, y él por pasarse por alto todo el amor y el respeto que merecía a la persona que tiene a su lado, toma en cuenta que la amante sí es parte del problema, porque tampoco es inocente en este escándalo, junto con tu pareja llegó a romper todo lo que habían creado.