Por eso, no es extraño notar que a veces te caen mal tus hijos y eso no te hace para nada una mala mamá.
Al respecto, los científicos estudiaron el comportamiento de un grupo de mujeres que se desempeñan dentro de la maternidad. Analizaron su comportamiento y la manera en la que actúan con relación a los pequeños, así, encontraron que las madres no siempre están al 100% para sus hijos.
Mientras que con otras personas de tu círculo familiar, amistoso o personal puedes poner una línea para evitar el contacto, con tus pequeños retoños no es posible hacer lo mismo, ya que ellos dependen de ti en gran medida y buscan tu apoyo para conseguir realizar ciertas acciones -desde comer hasta vestirse e incluso jugar y estudiar-.
A razón de ello, si a veces te caen mal tus hijos, no te sientas culpable, los expertos desarrollaron una investigación en la que por medio de la comprobación científica encontraron que es completamente normal y natural sentir esta especie de aversión momentánea hacia tus pequeños, más aún después de una jornada complicada.
¿Por qué te desagradan tus hijos de vez en cuando?
Hace poco te contamos el método de una mujer australiana que tiene un horario establecido para ser mamá, después de ese tiempo sus pequeños ya no deben molestarla. Así que no, no eres la única que tiene la necesidad de desaparecer por momentos con tal de darse un respiro y volver a empezar con mejor actitud.
El terapeuta Ryan Lowe impulsó un estudio en el que determinó que es normal que de vez en cuando tu hijo te desagrade o te parezca molesto, esto tiene diversas raíces que explicarán no solo rasgos nuevos sobre tus pequeños, también aspectos sobre tu propia psicología que quizá ignorabas.
Si a veces tus hijos te caen mal tiene fundamento en el temido “efecto espejo”; se trata de un fenómeno de realización en el que las madres notan algunos defectos o fallas idénticos a los de ellas, pero les cuesta tal trabajo aceptarlo que se frustran y tienen este momento problemático en el que no saben cómo reaccionar a esta actitud.
Es muy importante tomar en cuenta que no debes sentirte mal cuando como madre desarrollas este tipo de sensaciones dado que además de ser un ser humano, también eres una persona individual que tiene la capacidad de expresar emociones. En su lugar, procura hablar más con tus hijos para conocer la raíz de eso que te causa molestia.