En general, cuando comemos melón, tenemos el hábito de quitarle las semillas y tirarlas a la basura orgánica; sin embargo, hacer esto es todo un desperdicio pues dejamos de aprovechar todas las propiedades benéficas para la salud que allí se esconden. Si aún no sabes de lo que hablo, aquí te vamos a contar cuáles son los beneficios de comer semillas de melón, seguro terminarás amándolas.
Este alimento, es rico en ácido linoleico (un ácido graso con enormes beneficios para la salud), así como vitamina A, B6, B12, D y E, así como tiamina, niacina, riboflavina, calcio, potasio, hierro, magnesio, sodio, fósforo, fibra y proteína.
Proteger al corazón, entre los beneficios de las semillas de melón
De acuerdo con un artículo de divulgación de especialistas del Tec de Monterrey, se ha demostrado que las semillas de melón ayudan a proteger el corazón.
Asimismo, reducen notablemente los triglicéridos y el colesterol “malo” en la sangre, restringiendo algunas enfermedades cardiacas.
Para llegar a dichas conclusiones, los especialistas realizaron un experimento en el que deshidrataron las semillas para analizar los ácidos grasos y contenido de minerales contenido adentro de las mismas. Encontraron que en 100 gramos de semillas de melón, hay 0.1 gramos de resveratrol y 35 gramos de ácido linoleico.
Fortalecen el sistema inmunológico
Y es precisamente el ácido linoleico que contienen las semillas de melón, el que también ayuda a fortalecer el sistema inmunológico, regular la producción de hormonas y mejorar el funcionamiento neuronal, pues incrementan las defensas del cuerpo contra agentes patógenos.
Además, previenen y alivian los síntomas de enfermedades de las vías respiratorias como la gripe o la influenza.
¿Cómo se comen las semillas de melón?
Puedes consumirlas de diferentes maneras, ya sea desde cortar la fruta natural y dejarlas dentro, o agregarlas en el agua de melón o de horchata a la hora de licuar los ingredientes.
Otras personas prefieren prepararlas en “leche”, tal como la bebida de almendras o de coco. Para ello, sólo debes lavar y dejar las semillas remojando durante al menos 8 horas; luego cuélalas y licúalas con 1 litro de agua. Vuelve a licuar, de preferencia con un trozo de tela o manta delgada y listo.
Una tercera alternativa es lavarlas y saltearlas en un sartén con un poco de mantequilla, canela, azúcar morena, nuez moscada y jengibre o cardamomo. Quedarán deliciosas y puedes guardarlas para comer con tu yogur y fruta de la mañana.